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martes, 7 de abril de 2015

Argentina - apoyo a Venezuela de intelectuales y otros movimientos sociales

En Buenos Aires se lanzó la filial argentina Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad con la finalidad de defender a los pueblos libres del mundo ante los ataques del imperialismo.

Este movimientode intelectuales expresó su apoyo a Venezuela ante las agresiones de Estados Unidos y rechazó la intención de Reino Unido de incrementar la militarización en las Islas Malvinas

domingo, 25 de enero de 2015

Colombia - homenaje a dirigente de movimientos sociales

En Colombia, familiares y amigos ofrecieron el último adiós al dirigente del Congreso de los Pueblos, Carlos Alberto Pedraza, fallecido a los 29 años de manera violenta en ese país el pasado 21 de enero... los asistentes rindieron homenaje al dirigente y recordaron sus luchas sociales y populares

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Cómo Ocurren los Cambios? - Modelo explicativo [2de2]

Título original Las Avalanchas de la Transmodernidad
Autor Andrés Schuschny [ar]

Durante todo el período de la modernidad en que se desarrolló el paradigma tecno-industrial se constituyó una mirada del mundo que nos alienó ante la omnipotente presencia de la máquina y lo masificado.

Construimos una sociedad (gaussiana) de masas que nos deshumanizó y nos arrastró al sufrimiento del existencialismo, al psicoanálisis y la asidia: la versión unidimensional del ser humano producido a escala. El mundo se entregó al invariable orden disciplinario de la normalización y condenó aquello que era señalado como "anormal". Todo era sujeto a medición ocupando una ubicación desprivilegiada en un universo gaussiano de campanas cuantificadas por valores medios y varianzas.

Así se constituyeron los Estados-Nación organizados alrededor de valores generalizados como los que circundan los conceptos de patria, familia y tradición, los mercados masivos o la colectivización generalizada, la producción seriada y masificada, la escolarización supervisada al servicio del disciplinamiento generalizado, la cultura de masas promovida por las mediaciones verticales gestionadas por los diarios, la radio o la televisión, el sentido común, la opinión pública, etc.

Llegaron luego los años ’60 con todo su emerger libertario motivando la inauguración del movimiento posmoderno, signado por el relativismo cultural, el da lo mismo, la fragmentación, el aislamiento y el desorden del ruido. Decretándose el "fin de los metarrelatos", el movimiento posmoderno se desarrolló olvidando o descartando la complejidad de las redes, suprimiendo el potencial de auto-organización de la sociedad y su complejidad inherente.

Hoy, nos toca peregrinar la transmodernidad: un mundo que ya no puede apelar a la dicotomización entre lo “normal” y lo “patológico”; un mundo de “pilas de arena” y “cisnes negros”, de sorpresas y shocks, un mundo conectado global y localmente en forma simultánea, y signado por la multimedialidad, la hipertextualidad y la interactividad multicultural;

un mundo en el que puede que, por ciertos períodos de tiempo, como ínfimas e irrelevantes avalanchas de la pila, no sucedan acontecimientos importantes o significativos pero que, de vez en cuando y fruto de la acumulación de tensiones y expectativas, emerjan colosalmente grandes disrupciones que alteran el “no-orden” de lo establecido: sean estas signadas por la súbita aparición de innovaciones disruptivas y tecnologías emergentes originadas por un grupo de emprendedores, “hackers de garaje”, sean por la viralización de rumores que desatan crisis financieras, ataques especulativos o corridas bancarias, sean por la irrupción casi espontánea de una tribu urbana, una subcultura marginal que de repente y porque sí, se erige súbitamente en fundadora de un nuevo paradigma “cool”, sean por la auto-convocatoria de movimientos o movilizaciones sociales, tal como sucedió con la primavera del norte de África o el movimiento 15M.


Se trata de un mundo estimulado por el bombardeo de una variedad capaz de liberar, si las condiciones de tensión social lo favorecen, las fuerzas de lo emergente, sin control alguno y más allá de toda escala, evadiendo cualquier tentativa de normalización o definición de tamaño característico.

Se trata de un mundo que inusitadamente se activa en el nivel macro por una innumerable cantidad de micro-fenómenos (como sucede con los granitos de arena) y que cuando el sistema yace tensionado puede engendrar macrofenómenos de naturaleza catastrófica, revolucionaria y transformadora.

Fruto de nuestro pasado “normalizador”, persiste aun el mito de que cada micro-cambio individual, que colectivamente conforma esta avalancha de cambios sin precedentes, se puede analizar, tratar y predecir. Como sucede con la pila de arena, cada micro-cambio, es tanto interactivo como acumulativo. Esos cambios no son lugares de llegada, sino parte de un sendero, en el que a cada paso todo se modifica.

El cambio transcurre en múltiples niveles, cambia el juego que nos toca jugar, cambia nuestra forma de percibir el juego, cambian las reglas del juego, cambia la manera en que cambian las reglas del juego y, más profundo aún, cambiamos nosotros mismos.

En un principio, el cambio puede ser visible y ocurrir tan sólo en lo exterior. Luego aparecen y se engendran nuevos tipos de instituciones, nuevos sectores económicos, nuevos actores sociales, nuevos modos de interacción social. Indefectiblemente el cambio nos alcanza a nosotros. El sendero de la evolución es irreversible y no retorna hacia atrás.

Este mundo transmoderno cala en lo profundo y nos sumerge en la ansiedad de un incesante flujo de aprendizaje sin límites, exponencial y desordenado.

Si esta idea es la idea del mundo real, donde se sucede lo dinámico y complejo, debemos entonces aceptar el cambio y la fluctuación como inevitables y signarnos por el devenir de un tiempo orgánico, multidimensional e interdependiente; la historia acontece en incesante y fluctuante actualidad donde pequeños actos o eventos localizados, pueden prefigurar la transformación de toda la sociedad en la que estos acontecen.

Una pequeña movilización en un barrio frente a un reclamo de carácter local, un post de un blog, un comentario en twitter o un video en youtube tienen (en potencia), en un contexto de estrés, la capacidad de desencadenar una secuencia inesperada de eventos.


El real impacto de estos eventos puede ser cuestionado pues no alcanza con la simple viralización de contenidos. Porque, si de transformación e innovación social se trata, llegó la hora de que brote un renovado concepto de ciudadanía y, para que ello suceda, es necesario que la sociedad encuentre la debida inspiración y guía.

Toda transformación epocal se ha visto signada por un actor social que la legitima y encarna. Si el pasado de la modernidad, del paradigma tecno-industrial estuvo representado por la figura del empresario, la transmodernidad que hoy vivimos, está siendo encarnada por el referente social que, poco a poco, ya ocupa espacios de preeminencia en la elite. Me refiero al programador informático, al emprendedor tecnológico, al hacker.

Los hackers, en su disfrute y pasión por superar retos y buscar alterar las limitaciones llevando al extremo la creatividad, nos muestran el camino para liberar el potencial de la sociedad.

Los hackers, alejados de toda posible estandarización, en tanto personajes fuera de toda norma, con su inspiración, nos incitan a alterar el orden de la época, nos muestran que, como los granitos de arena que caen sin cesar, es a través de la experimentación, la recurrencia de la prueba y el error, de la exploración y el prototipado, el sendero merced al cual se llegará a la necesaria transformación cultural.

Revolución tecnológica, revolución informática, era digital, cultura hacker, sociedad de la información, sociedad-red; todas estas nociones se han instalado con gran rapidez y sugestiva facilidad, en los más diversos discursos y ámbitos de la sociedad.

Aunque muchos no sepan con exactitud a qué se refieren estas nociones, cuáles son sus alcances, sus diferencias y más aún, la incidencia que están teniendo, han logrado concentrar el enorme poder simbólico de representar este gran cambio epocal que he expresado, la aparición de una nueva etapa en la civilización y en las posibilidades de la especie humana.

Se suele afirmar que estamos emprendiendo una profunda e inédita transformación, en todos los niveles de lo que entendemos por realidad, en la que los avances tecnológicos ocupan el lugar central por ser la palanca de nuestra evolución como especie inteligente.

Se trata pues de hackear la realidad, de hackear el sufrimiento, de transubstanciar las energías hoy, anodinamente aquietadas, del enorme potencial de lo humano con miras a co-crear el futuro venidero.

domingo, 4 de agosto de 2013

Movimientos Sociales del Alba - Declaración (1)

Guayaquil: Cumbre de Movimientos Sociales de la ALBA

Nosotros, Movimientos Sociales de América Latina y el Caribe, reunidos en Guayaquil, Ecuador, el 29 y 30 de julio de 2013, para celebrar la Cumbre de Movimientos Sociales de la ALBA, con el desafío de profundizar nuestras propuestas de participación protagónica, en la construcción de esta gran alianza de los pueblos y de fortalecer el Poder Popular en nuestros países y en la región, rendimos homenaje al legado de Hugo Chávez, y expresamos:

La ALBA es el resultado de la lucha de los pueblos que, en resistencia al capitalismo neoliberal y a sus fórmulas de tratados de libre comercio, generó una visión alternativa y transformadora de integración, basada en principios de cooperación, complementariedad, solidaridad y justicia, es decir, aquellos que subyacen a las formas de convivencia y de subsistencia propias y que son hoy la pauta de lo nuevo, del futuro que se abre camino en Nuestra América.

Una integración de los pueblos y para los pueblos implica un salto democrático inédito, que pasa por redefinir las instancias de toma de decisiones, ampliándolas con un sentido de simetría y complementariedad entre las representaciones de gobiernos y las de los movimientos sociales. Invitamos, por ello, a avanzar en una incorporación orgánica y plena del Poder Popular en el proceso de toma de decisiones de la ALBA.

Reafirmamos la vocación de soberanía de nuestros pueblos, nos reconocemos en el horizonte de transformación integral que la ALBA levanta, en sus principios y en sus estrategias en procura del ‘bien común’. Nos sentimos parte de sus esfuerzos para generar nuevas relaciones políticas y geopolíticas, formuladas con pensamiento propio, desde la región latinoamericana y del Caribe, que es su espacio de geoeconomía endógena.

Defendemos decididamente la visión de la ALBA, que busca un nuevo orden mundial multipolar y pluricéntrico, basado en relaciones políticas y económicas internacionales horizontales, respetuosas de los equilibrios entre humanos y naturaleza.

Alentamos a nuestros gobiernos a profundizar la construcción de una América Latina y un Caribe liberados de todo rezago de patriarcado, racismo, colonialismo, neocolonialismo, dominio del capital, control de los emporios financieros y mediáticos y del poder de las transnacionales.

Llamamos a la ALBA a emprender un proceso intensivo e integral para despatriarcalizar los Estados y los alentamos a avanzar sus políticas públicas y de reconocimiento de la diversidad sexual y de género, y así lograr los derechos de todas las personas a decidir libremente sobre su cuerpo y su sexualidad.

Consideramos fundamental sumar compromisos, acciones y creatividad para profundizar un cambio estructural integral en los países de la ALBA, donde nuestras luchas por la justicia, en diálogo con el derecho a la existencia y proyección histórica de todos los pueblos ancestrales y afrodescendientes, fructifiquen en las visiones del Socialismo en el Siglo XXI, de Buen Vivir / Vivir Bien, y otros procesos de transformación. Los avances y concreciones de estos procesos son sin duda el mejor aporte de los pueblos y movimientos que han hecho suya la propuesta de la ALBA en sus luchas de resistencia al capitalismo.

En el camino para construir sistemas económicos sociales y solidarios en nuestros territorios, las experiencias que viene desarrollando con éxito la ALBA, con enfoque de cooperación y complementariedad, son de la mayor importancia. Abogamos por el fortalecimiento y multiplicación de iniciativas como las Gran nacionales y Petrocaribe, que plasman formas de articulación e intercambios económicos justos y complementarios, que abren otras posibilidades de eficiencia y sostenibilidad económica.

El rol de la ALBA frente al imperativo de la Soberanía Alimentaria en nuestros territorios es estratégico, más aún en un contexto de crisis alimentaria mundial, producida principalmente por las prácticas especulativas del agronegocio, de los asedios para universalizar biotecnologías, que amenazan con destruir nuestro acervo de capacidades propias de producción y autosustento.

Urgimos a nuestros gobiernos a extender y profundizar todos los mecanismos contemplados en la ALBA, para asegurar que los procesos de producción, intercambio y consumo de alimentos se orienten de manera prioritaria a una verdadera revolución agraria, a la atención de las necesidades de nuestros pueblos, fortaleciendo las capacidades propias, recuperando saberes e impulsando esquemas de agroecología y comercio justo. [1/2] ... Sigue

Movimientos Sociales del Alba - Declaración [2]

[2de2] [...] - Respaldamos las iniciativas de nuestros países, para ampliar y consolidar una institucionalidad regional centrada en los intereses de nuestros pueblos, capaz de atender las múltiples dimensiones de una unidad regional de raíz bolivariana, distinta y opuesta a los intereses extra regionales y a las lógicas neoliberales, que se encarnan en tratados de libre comercio y en tratados de inversión, diseñados para asegurar sin límites los derechos del capital a costa de los derechos de los pueblos.

Incitamos a los países de la ALBA a auditar los Tratados Bilaterales de Inversión –TBI-, a transparentar sus dinámicas y descartar estos y todos los instrumentos comerciales que colocan la reproducción del capital por encima de la reproducción de la vida.

Urgimos a acelerar el diseño e implementación de una arquitectura financiera propia, con fundamentos socialistas y de Buen Vivir/ Vivir Bien, con instrumentos financieros innovadores, distintos de los especulativos, y a acelerar la validación y el reconocimiento de las múltiples formas de intercambio, inherentes a la diversidad económica y productiva existente en la región.

Rechazamos cualquier intento de retorno al neoliberalismo, al gobierno directo del sector privado empresarial y sus ‘cámaras’, los intentos de remozar la hegemonía imperialista en el hemisferio que se expresa, entre otros, en el impulso de la llamada Alianza del Pacífico. Repudiamos la permeabilidad de aquellos gobiernos dispuestos a renunciar al afianzamiento de un tejido interrelacionado de mecanismos de integración regional, en beneficio de intereses elitistas y privados, lejanos del bien común.

Respaldamos las posturas de dignidad expresadas por nuestros gobiernos, en defensa de los derechos de los pueblos a la autodeterminación y de las personas a la privacidad. Congratulamos sus esfuerzos por develar los mecanismos de control imperialista, tales como el espionaje o la usurpación y almacenamiento de datos sobre países y personas. Los alentamos a continuar con sus posturas soberanas y decisivas para defender los derechos de los afectados por el espionaje y de quienes lo transparenten.

Alertamos sobre el peligro que representa cualquier enclave, convenio o contrato para espiar, para hacerse cómplice de las ocupaciones territoriales y la militarización que, con pretensiones de control universal, imponen los Estados Unidos y la OTAN en todas las latitudes.

Respaldamos las iniciativas de soberanía tecnológica y del conocimiento impulsadas en nuestros países, los urgimos a ahondar sus esfuerzos por desarrollar mecanismos telecomunicacionales propios y de software libre.

Alentamos a todos los países del ALBA a profundizar sus procesos de democratización de la comunicación y los incitamos a legislar en esta materia, para afirmar el derecho de los pueblos a comunicarse libremente y a afianzar modelos de redistribución socialista de los espectros radioeléctricos.

Congratulamos su visión estratégica al consolidar, de manera simultánea, los distintos mecanismos y procesos de integración regional, y desde el Sur. Aunamos nuestros esfuerzos de unidad hacia una Patria Grande y Socialista.

Guayaquil, 30 de julio de 2013