x Alberto Pinzon Sánchez - Colombia: Guerra de Posiciones - Cambiar la correlación de fuerzas favorable que la oligarquía tienen en esos poderosos aparatos hegemónicos y coercitivos del Estado
El uso político del lenguaje militar en Colombia no es ninguna novedad. Desde antes del inicio abierto de la agresión contrainsurgente, siempre ha sido usado por el poder dominante y dirigente como una de las tantas formas de su dominación.
Recordemos: Repúblicas independientes. Plan Latin American Security Operation (Lasso) Zanahoria y Garrote. Plan Colombia. Punto de inflexión. Fin del Fin. Fe en la causa. Victoria estratégica, etc.
Durante la década de los 90 del siglo pasado, y en cumplimento de los acuerdos emanados de la 8ª conferencia guerrillera de las Farc realizada en La Uribe 1993 poco después del fracaso de Tlaxcala, “la guerrillerada móvil” como la llamaba Marulanda, aprovechando las ventajas tácticas que le concedió en esos años la desmoralización, desgreño y corrupción del ejército colombiano, pudo reunir y concentrar varios destacamentos guerrilleros móviles para atacar una serie de bases militares contrainsurgentes, coparlas militarmente, destruirlas y tomar prisioneros.
Como en las Delicias, la Carpa, Juradó, San Juanito, Caño Hormiga, Patascoy, el Billar, Miraflores, etc, generando un desconcierto muy grande especialmente en el gobierno de los EU, quien rápidamente, el 4 de mayo de 1998, envió a Colombia al General Charles Wilhelm, jefe del “United States Southern Command”, a pasarle revista a sus tropas - texto completo
El uso político del lenguaje militar en Colombia no es ninguna novedad. Desde antes del inicio abierto de la agresión contrainsurgente, siempre ha sido usado por el poder dominante y dirigente como una de las tantas formas de su dominación.
Recordemos: Repúblicas independientes. Plan Latin American Security Operation (Lasso) Zanahoria y Garrote. Plan Colombia. Punto de inflexión. Fin del Fin. Fe en la causa. Victoria estratégica, etc.
Durante la década de los 90 del siglo pasado, y en cumplimento de los acuerdos emanados de la 8ª conferencia guerrillera de las Farc realizada en La Uribe 1993 poco después del fracaso de Tlaxcala, “la guerrillerada móvil” como la llamaba Marulanda, aprovechando las ventajas tácticas que le concedió en esos años la desmoralización, desgreño y corrupción del ejército colombiano, pudo reunir y concentrar varios destacamentos guerrilleros móviles para atacar una serie de bases militares contrainsurgentes, coparlas militarmente, destruirlas y tomar prisioneros.
Como en las Delicias, la Carpa, Juradó, San Juanito, Caño Hormiga, Patascoy, el Billar, Miraflores, etc, generando un desconcierto muy grande especialmente en el gobierno de los EU, quien rápidamente, el 4 de mayo de 1998, envió a Colombia al General Charles Wilhelm, jefe del “United States Southern Command”, a pasarle revista a sus tropas - texto completo