viernes, 15 de enero de 2016

Venezuela - peligros de la guerra y el estado de bienestar

x Gustavo Borges Revilla - Extraer experiencias de la tragedia libia para Venezuela...

Han logrado instalar en gran parte de nosotros la teoría que indica que la guerra es sólo un ejército contra otro, bombas contra bombas y aviones silbando en el aire. 

La abstracción argumental de la guerra económica es una realidad. Es de hecho un error agregarle la extensión "económica"

Para principios de 2011, en toda África, solo un país ostentaba un nivel de vida más alto que el de muchas naciones europeas. Se dice que entre sus logros más consolidados, servicios de "primera necesidad" como salud, electricidad, educación y vivienda no tenían costo alguno, todo gratis.

Los créditos entregados a la población de cualquier clase gozaban de 0% de interés por ley. La vivienda era considerada un derecho humano inalterable. La población vivía con sólidos niveles de comodidad y bajo un estado de bienestar garantizado. Cero problemas mayores en términos económicos o de gestión. Los planes de justicia social e igualdad prometidos por su líder se venían cumpliendo.

El 19 de marzo de ese mismo año 2011, aviones cazas de la fuerza aérea de la OTAN iniciaban un bombardeo sobre Bengasi, y horas más tarde 110 misiles crucero Tomahawk eran descargados, con toda la saña, sobre otras ciudades importantes de Libia, ese país con "índices de desarrollo" impensables en otras naciones del continente africano.

Ocho meses después de ese primer bombardeo, se proyectaba al mundo en directo una secuencia de las imágenes más nefastas de los últimos tiempos: momentos antes de ser asesinado de un disparo en la cabeza, Muammar el Gaddafi, líder por más de 40 años de ese país y político de alta influencia en el mundo, era sodomizado por sus captores, combatientes del grupo terrorista Al-Qaeda y demás soldados de organizaciones multinacionales.

Mercenarios teledirigidos desde sectores del Estado profundo gringo y sus corporaciones, más su colonia la Unión Europea haciendo la mayor parte del trabajo sucio - texto completo