Son 734 kilómetros de vías férreas por donde, desde hace unos días, transita un convoy de 12 vagones y una locomotora chinos.
Esta mujer, quien ha sido ferromoza (persona que atiende a los pasajeros) durante 34 de sus 55 años, siente que ha vuelvo a vivir con la reapertura de esa línea, cerrada desde hace 14 años por la falta de coches, lo que dejó con una precaria comunicación a Holguín, una calurosa ciudad del litoral noreste de Cuba.
"La mitad de Holguín estuvo ese día en el andén y yo y mis compañeras, como muchos, lloramos de alegría cuando vimos llegar el tren de prueba", dice a Xinhua - [::] Leer informe completo
