por Fernando Arellano Ortiz - La filósofa y politóloga belga sustentó en su disertación en la capital colombiana que "resulta imposible comprender la política democrática sin reconocer las pasiones como la fuerza motriz en el ámbito político".
En ese sentido, señaló, la dimensión afectiva cobra un papel fundamental, porque los afectos, constituyen las pasiones colectivas y pueden ser movilizados dentro de un esquema democrático.
El problema radica en que algunos sectores de izquierda creen que solo se puede utilizar la "razón" para movilizar y motivar a la sociedad porque eso de utilizar las pasiones es lo que hace la derecha echando mano de su herencia fascista - texto completo
En ese sentido, señaló, la dimensión afectiva cobra un papel fundamental, porque los afectos, constituyen las pasiones colectivas y pueden ser movilizados dentro de un esquema democrático.
El problema radica en que algunos sectores de izquierda creen que solo se puede utilizar la "razón" para movilizar y motivar a la sociedad porque eso de utilizar las pasiones es lo que hace la derecha echando mano de su herencia fascista - texto completo