por Martín Rangel Ardila - Los recientes acontecimientos contra el gobierno de Bolivia, ratifican la puesta en marcha de una contraofensiva imperial en el continente, para reversar los procesos democráticos y revolucionarios, que han colocado la soberanía e independencia de nuestros pueblos, como base de una sociedad distinta a la capitalista.
La derecha internacional se ha unificado en pos de este objetivo, con una estrategia que combina todas las formas de lucha, todos los medios posibles, instalando una matriz de opinión contra el "Castro-Chavismo", concepto en el que enmarcan todas las luchas anticoloniales, antimperialistas y de liberación de los pueblos.
Para el imperialismo, los gobiernos democráticos y transformadores de nuestra América, y las luchas de sus pueblos, son expresión de una perversidad política e ideológica proveniente de Cuba y Venezuela, proyectos vistos como dictatoriales. Para el imperio, estos países revolucionarios, junto a Ecuador y Bolivia, son el nuevo eje del mal del continente, contra quienes tienen enfilados todos sus arsenales golpistas.
En las estructuras de opresión y explotación del capitalismo que han desarrollado durante siglos, encadenando a nuestros pueblos a la miseria, al hambre y la injusticia, han obligado a desarrollar batallas por la dignidad como única salida y desconocen de estos procesos sus milenarias raíces libertarias - texto completo
La derecha internacional se ha unificado en pos de este objetivo, con una estrategia que combina todas las formas de lucha, todos los medios posibles, instalando una matriz de opinión contra el "Castro-Chavismo", concepto en el que enmarcan todas las luchas anticoloniales, antimperialistas y de liberación de los pueblos.
Para el imperialismo, los gobiernos democráticos y transformadores de nuestra América, y las luchas de sus pueblos, son expresión de una perversidad política e ideológica proveniente de Cuba y Venezuela, proyectos vistos como dictatoriales. Para el imperio, estos países revolucionarios, junto a Ecuador y Bolivia, son el nuevo eje del mal del continente, contra quienes tienen enfilados todos sus arsenales golpistas.
En las estructuras de opresión y explotación del capitalismo que han desarrollado durante siglos, encadenando a nuestros pueblos a la miseria, al hambre y la injusticia, han obligado a desarrollar batallas por la dignidad como única salida y desconocen de estos procesos sus milenarias raíces libertarias - texto completo