viernes, 15 de abril de 2016

Cuba - sobre las lecciones de Obama ante la sociedad civil en la Habana

por Rafael Hernández - La intervención del presidente Obama ante una representación de la sociedad civil cubana, especialmente seleccionada e invitada, que vimos por televisión, es una joya de orfebrería política, que debería estudiarse en las facultades de comunicación y las escuelas del Partido.

Sus frases no parecen haber sido bordadas por expertos y hábilmente leídas en un teleprompter, sino estar saliendo de su corazón. Esta pieza de oratoria, su puesta en escena y su perfecta interpretación la hacen parecer realmente una conversación, no un documento cargado de tesis de principio a fin.

Comento algunas de estas tesis y su brillante manejo discursivo, a partir de la lógica con que el Presidente ha construido la visión de nuestra realidad y la de los Estados Unidos, así como de su tono directo.

Mis modestos comentarios no pretenden ser el espejo de la sociedad civil cubana, sino apenas una reflexión crítica sobre el sentido común, el de Obama y el de esa sociedad, reconociéndola en su heterogeneidad, vibrante y politizada, no satisfecha con monólogos, por muy bien armados y carismáticos, sino con el diálogo real entre una diversidad de ciudadanos, ya que son mucho más que dos.

Lo hago en un espíritu de debate, no solo por la invitación del presidente Obama a una discusión que “es buena y saludable”, sino porque ese debate se ha legitimado entre nosotros desde hace tiempo, como parte de una libertad de expresión que la sociedad civil se ha ganado por sí misma, más allá de estridencias y chancleteo, sin esperar dones de lo alto o de benefactores poderosos de afuera - texto completo