Indignación. Esta es la palabra que define la sensación democrática brasileña en el momento en que los artífices del golpe se atreven a tocar al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, el líder político más popular de la República.
¡El golpe está en marcha! La colusión entre los grandes medios de comunicación, las secciones del poder judicial y la Policía Federal ha puesto en marcha, en la mañana del viernes, el mayor desafío para el pueblo brasileño y se atrevieron a detener a una persona que representa a todos los demócratas y progresistas. El país, los derechos civiles y la democracia, fueron secuestrados por una especie de justicia de serie.
¡El golpe está en marcha! La colusión entre los grandes medios de comunicación, las secciones del poder judicial y la Policía Federal ha puesto en marcha, en la mañana del viernes, el mayor desafío para el pueblo brasileño y se atrevieron a detener a una persona que representa a todos los demócratas y progresistas. El país, los derechos civiles y la democracia, fueron secuestrados por una especie de justicia de serie.





