Estimado director de El País:
He guardado silencio ante las reiteradas manipulaciones en días pasados sobre mi país que acumula su “diario-empresa”.
Uno podría preguntarse, con ironía o sin ella, si hemos perdido la oportunidad de resolver los complejos problemas que enfrentamos en Cuba al no disponer de los consejos de El País para solucionarlos.
“Retórica y realidad” fue el título escogido para el editorial de su diario sobre Cuba del pasado 18 de abril, cuando la retórica y la realidad de ese medio no lo hacen uno de comunicación y sí una empresa que se preocupa más por pagar sus deudas y mantenerse a flote, que por informar a sus lectores.
¿En qué oscuro lugar de la redacción de su “fábrica” ustedes determinan lo que desean los cubanos y “un marco económico realista” para Cuba?
¿Será que “realista” significa despedir a empleados públicos, disminuir renta básica, privatizarlo todo; dejar que el 1% que controla la mayoría de los ingresos mundiales y el crimen organizado, también controle los destinos de mi país como los fondos buitres controlan las empresas Prisa y El País? -
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