Guillermo Oglietti y Alfredo Serrano Mancilla [celag.org] - Macri hizo lo mismo de siempre: contrajo deuda a sabiendas de que no podía pagarla, y esta vez como representante de todos los argentinos, acabó lesionando buena parte del patrimonio público.
Sin control al movimiento de capitales
da igual tomar deuda en pesos o en dólares. Son dos peces distintos con
el mismo aroma. El Gobierno de Macri no lo sabía y lo aprendió de la
peor manera.
Empezó como el Cid, queriéndonos liberar del cepo que
impedía a los ilusos argentinos tener dólares, y terminó como el
Quijote, rendido ante los molinos de la realidad. Dicho de manera más
directa: el fin de los controles cambiarios fue uno de los pasos
definitivos hacia su precipitado final.
Retirar
el cepo significó la invitación a una fiesta en la que se liberaba la
posibilidad de adquirir un bien preciado, el dólar, que apenas estaba
disponible. La respuesta inmediata fue la de salir desesperadamente a
buscar esos dólares para que la ciudadanía pudiera satisfacer un apetito
culturalmente longevo.
¿Cómo? Tan simple como suicida: vía deuda. Macri
creyó poder disfrutar de dólares contrayendo deuda como ya lo había
hecho en épocas anteriores, eso sí, siempre salvándose de la tarea de
tener que pagarla.
Siendo empresario disfrutó la ventaja de que le
estatizaran unos 17 millones de dólares de la deuda de su grupo
empresarial en 1982; igual suerte tuvo en 2002, cuando le pesificaron la
deuda de 396 millones dólares,
por no mencionar su famosa deuda con el
Correo Argentino y que intentó no pagar gracias a un acuerdo entre “su”
empresa y “su” Gobierno, que le exoneraba del 99% de la misma. Como
presidente de Boca Juniors durante 12 años inició un ciclo de
endeudamiento que duplicó el pasivo en dólares de la institución.
Como
gobernante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires repitió la experiencia,
y multiplicó por 3,8 la deuda del distrito, que pasó de 559 a 2.138
millones de dólares en sólo 7 años de gestión;
y luego, como de
costumbre, el PRO siguió pateándola hasta que en algún momento serán los
ciudadanos quienes la paguen -
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