viernes, 16 de agosto de 2013

Derecho al Desarrollo - Reclamo de los Pueblos en el Siglo 21

Influencia anti-democrática de las transnacionales

Un Informe de Alfred-Maurice de Zayas, Experto independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, sostiene que la actual estructura y funcionamiento del orden internacional que se basa en Naciones Unidas [ONU] debe ser modificado a favor de los estados y pueblos que hoy no tienen una participación igualitaria ni siquiera equitativa

El informe fue presentado al Consejo de Derechos Humanos en el 24º período de sesiones – Se refiere al Tema 3 del programa: Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo

El experto indica que las empresas transnacionales ejercen cada vez mayor influencia en las decisiones mundiales y condicionan más las opciones de los Estados soberanos y el disfrute de los derechos humanos. Las empresas, ya sean nacionales o multinacionales, no se rigen por principios democráticos sino que buscan sobre todo los beneficios, y sus decisiones afectan al orden internacional

Déficits de democracia y equidad – Respecto de este subtítulo el experto señala que…

12. Un orden internacional democrático y equitativo es inherente a los derechos humanos fundamentales compartidos por toda la humanidad [4]. Podrá lograrse paso a paso cuando todos los países y todos los pueblos tomen la iniciativa a nivel local, regional e internacional, conscientes de que dicho orden internacional debe basarse en la Carta de las Naciones Unidas y los tratados de derechos humanos, que en su conjunto constituyen lo que sin duda podemos llamar la Constitución del mundo moderno, que está sujeta, como es natural, a las necesarias reformas.

En el Preámbulo y los Artículos 1 y 2 de la Carta se expresa la intención de los "pueblos de las Naciones Unidas" de construir un orden internacional de paz, derechos humanos y desarrollo.

13. Con respecto a un orden internacional democrático y equitativo, es obvio que dicho orden depende de la igualdad soberana de los Estados, del derecho de los pueblos a la libre determinación y de un compromiso de compartir las riquezas del planeta en un espíritu de solidaridad internacional [5]

Si bien la libre determinación está estrechamente relacionada con la idea de democracia, la participación en las decisiones internacionales dista mucho de producirse en condiciones de igualdad e incluso de equidad. De hecho, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no es democrático, ni lo son las instituciones de Bretton Woods.

Hay otros participantes que no tienen una estructura ni un modus operandi democrático, en particular algunas organizaciones elitistas como la Comisión Trilateral, el Consejo del Atlántico y el Grupo Bilderberg, así como conferencias más conocidas como el Grupo de los 8, el Grupo de los 20, el Foro Económico Mundial y alianzas militares como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)

Mientras tanto, las empresas transnacionales ejercen cada vez mayor influencia en las decisiones mundiales y condicionan más las opciones de los Estados soberanos y el disfrute de los derechos humanos [6]. Las empresas, ya sean nacionales o multinacionales, no se rigen por principios democráticos sino que buscan sobre todo los beneficios, y sus decisiones afectan al orden internacional.

Se necesitan reformas para conseguir la participación equitativa de los Estados, grandes y pequeños, en las decisiones mundiales, sobre todo en las decisiones relativas al mantenimiento de la paz, el medio ambiente, las relaciones comerciales y el patrimonio común de la humanidad. […]