Tras culminar la Segunda Guerra Mundial, en 1953 Alemania contó con un trato económico benévolo de las potencias occidentales sobre una deuda que oprimía a su pueblo.
Con el Acuerdo de Londres se estableció una quita del 62.6% de la deuda pública, así como cláusulas que permitieron que ese país lograra una rápida recuperación de su economía, convirtiéndose en la primera potencia del continente
Con el Acuerdo de Londres se estableció una quita del 62.6% de la deuda pública, así como cláusulas que permitieron que ese país lograra una rápida recuperación de su economía, convirtiéndose en la primera potencia del continente