por François Houtart - sociólogo y sacerdote belga. Fundador del Centro Tricontinental (CETRI) que funciona en la Universidad Católica de Lovaina y de la revista “Alternatives Sud”
América Latina fue el único continente donde las opciones neoliberales fueron adoptadas por varios países. Después de una serie de dictaduras militares, apoyadas por los Estados Unidos y portadoras del proyecto neoliberal, las reacciones no se hicieron esperar.
La cumbre fue el rechazo en 2005 del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá, el resultado de la acción conjunta entre movimientos sociales, partidos políticos de izquierda, organizaciones no gubernamentales e iglesias cristianas.
Los gobiernos progresistas - Los nuevos gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Paraguay y Bolivia, pusieron en marcha políticas restableciendo el Estado en sus funciones de redistribución de la riqueza, de la reorganización de los servicios públicos, en particular el acceso a la salud y a la educación y de inversiones en obras públicas.
Se negoció una distribución más favorable del ingreso de las materias primas entre multinacionales y Estado nacional (petróleo, gas, minerales, productos agrícolas de exportación) y la coyuntura favorable, durante más de una década, permitió importantes ingresos para las naciones en cuestión - texto completo
América Latina fue el único continente donde las opciones neoliberales fueron adoptadas por varios países. Después de una serie de dictaduras militares, apoyadas por los Estados Unidos y portadoras del proyecto neoliberal, las reacciones no se hicieron esperar.
La cumbre fue el rechazo en 2005 del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá, el resultado de la acción conjunta entre movimientos sociales, partidos políticos de izquierda, organizaciones no gubernamentales e iglesias cristianas.
Los gobiernos progresistas - Los nuevos gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Paraguay y Bolivia, pusieron en marcha políticas restableciendo el Estado en sus funciones de redistribución de la riqueza, de la reorganización de los servicios públicos, en particular el acceso a la salud y a la educación y de inversiones en obras públicas.
Se negoció una distribución más favorable del ingreso de las materias primas entre multinacionales y Estado nacional (petróleo, gas, minerales, productos agrícolas de exportación) y la coyuntura favorable, durante más de una década, permitió importantes ingresos para las naciones en cuestión - texto completo