El océano absorbió el calor extra del planeta entre 1998 y 2013, provocando así la desaceleración de la tendencia mundial de calentamiento global y una redistribución de energía del sistema terrestre, informó hoy la NASA.
Conocido por la comunidad científica como el hiato del calentamiento global, este fenómeno se considera un indicador clave del cambio climático y la temperatura media de la superficie, medida por satélites y observaciones directa. El período de hiato da a los especialistas una oportunidad para entender las incertidumbres en cómo se miden los sistemas del clima, explicó el autor principal del estudio, Xiao-Hai Yan.
De esta forma, actualmente tenemos la certeza de que el océano de la Tierra ha continuado calentándose continuamente a través del tiempo.
Sin embargo, la tasa de calentamiento global de la superficie puede fluctuar debido a las variaciones naturales en el sistema climático durante períodos de una década, añadió otra de las investigadoras, Veronica Nieves.
Para medir estas temperaturas trabajaron en conjunto varias instituciones estadounidenses como la Universidad de Delaware, Newark, y el Laboratorio de Propulsión a Chorro - texto completo
Conocido por la comunidad científica como el hiato del calentamiento global, este fenómeno se considera un indicador clave del cambio climático y la temperatura media de la superficie, medida por satélites y observaciones directa. El período de hiato da a los especialistas una oportunidad para entender las incertidumbres en cómo se miden los sistemas del clima, explicó el autor principal del estudio, Xiao-Hai Yan.
De esta forma, actualmente tenemos la certeza de que el océano de la Tierra ha continuado calentándose continuamente a través del tiempo.
Sin embargo, la tasa de calentamiento global de la superficie puede fluctuar debido a las variaciones naturales en el sistema climático durante períodos de una década, añadió otra de las investigadoras, Veronica Nieves.
Para medir estas temperaturas trabajaron en conjunto varias instituciones estadounidenses como la Universidad de Delaware, Newark, y el Laboratorio de Propulsión a Chorro - texto completo