por Geovanny Vicente Romero - Bajo la administración de Marcelo Odebrecht, nieto del fundador, se destapó posiblemente el escándalo de corrupción transnacional más grande de toda la región, al descubrirse la forma deshonesta que la compañía utilizaba para adjudicarse obras importantes en los países en que operaba.
El conglomerado brasileño de negocios conocido como Odebrecht, especializado en ingeniería y construcción, fue fundado en el 1944 por el ingeniero Norberto Odebrecht Pernambuco y con el transcurso de los años se convertiría en la constructora líder de América Latina, teniendo presencia en 27 países.
Esta empresa ha llegado a construir plantas eléctricas de carbón en República Dominicana, autopistas en Colombia, hidroeléctricas en Perú, trasvases y acueductos en Ecuador, el Metro en Panamá, entre otros países.
La presencia de Odebrecht no solo se limitó a Sudamérica, América Central y el Caribe, también logró penetrar al mercado norteamericano y su éxito viajó tan lejos, que llegó hasta África, el Medio Oriente y Europa.
Nadie se imaginaba que detrás de esta historia de éxito empresarial, se escondía un oscuro esquema de corrupción que de manera sistemática se propagaría por la región con más fuerza que el mismo virus Zika que ha afectado a Brasil en los últimos años.
Bajo la administración de Marcelo Odebrecht, nieto del fundador, se destapó posiblemente el escándalo de corrupción transnacional más grande de toda la región, al descubrirse la forma deshonesta que la compañía utilizaba para adjudicarse obras importantes en los países en que operaba.
El 21 de diciembre del 2016, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó una investigación a Odebrecht, donde se le acusa de pagar sobornos a funcionarios públicos de 12 países, con el objetivo de obtener contratos de obras.
Producto de esta grave acusación, la compañía ha aceptado pagar 3.500 millones de dólares de multa, siendo esta la multa por sobornos más grande la historia, luego de ser señalada de entregar 439 millones de dólares a políticos y funcionarios de Colombia, México, Estados Unidos, Perú, Ecuador, Argentina, Venezuela, Angola, Guatemala, República Dominicana, Mozambique y Panamá - texto completo
El conglomerado brasileño de negocios conocido como Odebrecht, especializado en ingeniería y construcción, fue fundado en el 1944 por el ingeniero Norberto Odebrecht Pernambuco y con el transcurso de los años se convertiría en la constructora líder de América Latina, teniendo presencia en 27 países.
Esta empresa ha llegado a construir plantas eléctricas de carbón en República Dominicana, autopistas en Colombia, hidroeléctricas en Perú, trasvases y acueductos en Ecuador, el Metro en Panamá, entre otros países.
La presencia de Odebrecht no solo se limitó a Sudamérica, América Central y el Caribe, también logró penetrar al mercado norteamericano y su éxito viajó tan lejos, que llegó hasta África, el Medio Oriente y Europa.
Nadie se imaginaba que detrás de esta historia de éxito empresarial, se escondía un oscuro esquema de corrupción que de manera sistemática se propagaría por la región con más fuerza que el mismo virus Zika que ha afectado a Brasil en los últimos años.
Bajo la administración de Marcelo Odebrecht, nieto del fundador, se destapó posiblemente el escándalo de corrupción transnacional más grande de toda la región, al descubrirse la forma deshonesta que la compañía utilizaba para adjudicarse obras importantes en los países en que operaba.
El 21 de diciembre del 2016, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó una investigación a Odebrecht, donde se le acusa de pagar sobornos a funcionarios públicos de 12 países, con el objetivo de obtener contratos de obras.
Producto de esta grave acusación, la compañía ha aceptado pagar 3.500 millones de dólares de multa, siendo esta la multa por sobornos más grande la historia, luego de ser señalada de entregar 439 millones de dólares a políticos y funcionarios de Colombia, México, Estados Unidos, Perú, Ecuador, Argentina, Venezuela, Angola, Guatemala, República Dominicana, Mozambique y Panamá - texto completo