[Sputnik] - A diferencia del caso iraquí o libio, no
hubo necesidad de que las fuerzas de operaciones especiales de la OTAN
se desplegaran en el terreno para vulnerar la industria petrolera
venezolana.
Solo bastó caracterizar su naturaleza, discernir sus puntos
de apoyo y azuzar sus incoherencias internas para hacer que se
desplomara una de las empresas petroleras más importantes del mundo.
Por José Negrón Valera* - En los dos últimos meses las medidas de
presión decretadas por Washington, han abarcado la imposición de
sanciones contra barcos que transportan crudo producido por la estatal
petrolera, así como la amenaza a cualquier entidad transnacional que
negocie cualquier tipo de contrato comercial con la empresa venezolana
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