Por María Luisa Ramos Urzagaste [Sputnik] - Evo Morales renuncia a la Presidencia de Bolivia
Bolivia,
un país modelo en crecimiento económico y pionero en la lucha contra la
pobreza y la discriminación, hoy está sumido en una tragedia sin
precedentes. Se derrumba en el odio, la venganza y el vacío político,
que ahora viene siendo rápidamente ocupado por hordas derechistas.
Bolivia
amaneció sin Gobierno, sin Parlamento, sin autoridades regionales, sin
autoridades del orden y con gente en las calles que ilusamente creen que
les ha llegado "la libertad" y no se dan cuenta que son el instrumento y
la masa necesaria para instalar un Gobierno de facto tan ansiado por
fuerzas oscuras foráneas e internas.
Mientras escribo estas líneas, en Bolivia se ha desatado una cacería humana irracional. Arden casas de dirigentes políticos de distintos colores y bandos, exautoridades y grupos violentos organizados recorren las calles, los saqueos y los cortes en el suministro del agua aumentan el pánico. Es un país sin ley.
Al día de hoy, se ha llegado a tal grado de enfrentamiento fratricida que costará años reparar esas heridas. Personas de todas las edades exhalando un odio inimaginable, sedienta de sangre al puro estilo del circo romano. Hemos visto enemistarse hermanos, amigos, colegas, vecinos, padres, madres e hijos.
El factor de la conspiración interna y externa contra el proceso de cambio, liderado por Evo Morales Ayma, siempre estuvo presente, nunca se fue, solo tomó otras formas. Habrá tiempo de analizar las razones de la actual situación, pero no se puede negar que hubo muchos errores y falta de autocrítica y que se perdió la noción de la realidad - Leer texto + temas relacionados