[AFP] - Santiago se pavonea de moderna y
próspera de «Plaza Italia para arriba», dicen los locales que dan por
entendido que para «abajo» están los barrios sin verde de habitantes
asfixiados. Pero pasajeros de uno u otro lado de una urbe segregada se
cruzan en un Metro herido de rabia.
En 118 de las 136 estaciones que recorren 26 comunas a lo largo de 140 km de la capital chilena, hay marcas de odio.
La noche del 18 de octubre una furia en
masa y descontrolada redujo a latones chamuscados siete estaciones del
metro, otras 25 con partes incendiadas y una gran cantidad deshechas por
un vandalismo que arrancó del piso máquinas de venta de boletos, tumbó
torniquetes y hasta descuadró escaleras mecánicas - tomado de elcomunista.net - Leer texto completo