sábado, 16 de noviembre de 2019

La sucia herencia de los golpes militares abre de nuevo las venas de Bolivia

[Sputnik] - El golpe de Estado en Bolivia dejó boquiabierto al mundo que vivía convencido de que los tiempos de las intervenciones sangrientas militares habían quedado en la historia. Todos se equivocaron, incluyendo al mismo Evo Morales al desestimar el poder norteamericano. 

"Los que cierran el camino pacífico a las revoluciones, abren al mismo tiempo, las puertas a las revoluciones violentas", John F. Kennedy (1917-1963). 

Desde la aparición del líder indígena y cocalero en la escena política de Bolivia hace 13 años, el poder norteamericano desató una guerra híbrida contra el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) usando todos sus trucos sucios para deshacerse del que fue declarado en 2009 por las Naciones Unidas el Héroe de la Pachamama.

Desgraciadamente, Washington logró su objetivo orquestando un golpe de Estado teledirigido después de siete meses de una intensa campaña para enlodar a Evo Morales y al MAS.

Lo nuevo y lo más trágico en este acontecer fue la actuación de la Central Obrera Boliviana (COB) que lejos de defender, pidió la salida de Evo Morales antes que lo hiciera el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas (FAB), el general Williams Kaliman y el comandante general de la Policía, el general Vladimir Yuri Calderón - Leer texto + temas relacionados