El Servicio Nacional de Salud atraviesa su peor momento en la historia del Reino Unido.
Los historiadores británicos suelen
decir que Winston Churchill ganó la guerra pero perdió la paz. El primer
ministro conservador que lideró al Reino Unido durante la Segunda
Guerra Mundial fue derrotado con estrépito en las primeras elecciones
generales celebradas tras la derrota de Hitler.
El 5 de julio de 1945, el
laborista Clement Attlee llegó al 10 de Downing Street y asumió la
difícil tarea de reconstruir un país agotado y empobrecido tras cinco
años de contienda militar. Attlee aprovechó la primera mayoría absoluta
en la historia del laborismo para impulsar el estado del bienestar y
crear, en 1948, el Servicio Nacional de Salud (NHS).
En los últimos 70 años, la sanidad
pública se ha convertido en una de las prestaciones sociales mejor
valoradas por los británicos. De hecho, en algunos sondeos como los de
Panelbase y Opinium,
el futuro del NHS aparece como el reto más
importante al que se enfrenta el próximo gobierno, por delante incluso
del Brexit y de otras cuestiones recurrentes como la criminalidad, la
inmigración y la economía - tomado de elcomunista.net - Leer texto completo