Vuelve y juega la protesta agraria - Hace tres años, en los comienzos del proceso de paz de La Habana, se desarrolló un paro nacional agrario que se extendió por todo el país.
A pesar de que el 26 de mayo de 2013 se había firmado el Acuerdo Agrario entre el Gobierno y las Farc, este avance no impidió que la protesta abarcara varios sectores productivos en regiones claves para el desarrollo de ese pacto.
Este lunes 30 de mayo de 2016, ahora en el epílogo del proceso de paz en Cuba, vuelve y juega el paro, casi por las mismas razones que lo provocaron hace 48 meses.
En esta ocasión, la convocatoria es de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular, que integra a la mayoría de organizaciones populares con arraigo en zonas campesinas, indígenas o de comunidades afrodescendientes.
Su idea es realizar jornadas de movilización pacífica, denominadas mingas, para resaltar las dificultades que sigue atravesando el sector agrario en Colombia, que son las mismas desde hace mucho tiempo. Por eso los organizadores de la protesta hablan más de incumplimientos que de nuevos reclamos.
Uno de los voceros del paro agrario es Jimmy Moreno, un dirigente social y ambiental santandereano que lidera el llamado Congreso de los Pueblos, una de las organizaciones que respaldan la jornada de protesta.
En su opinión, la exigencia fundamental de las comunidades campesinas y étnicas es que el Gobierno cumpla sus promesas, porque en medio de sus discursos sobre la paz que se avecina hay aspectos puntuales, que de no solucionarse de manera prioritaria, se van a convertir en serios obstáculos en un ambiente de posconflicto -
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