Esta nota se despliega en un vuelapluma
vertiginoso y fugaz impuesto por las circunstancias.
Esta nota se
escribe a pocos días de lo que puede ser el comienzo de una aventura
criminal más de unos expansionistas patológicos como son los Estados
Unidos desde aquel malhadado día en que la “flor de mayo” atracó en los
pagos de Pocahontas con los “pilgrims” a bordo.
por Juan Chaneton* *jchaneton022@gmail.com - El 23 de febrero intentarán pasar a
Venezuela la “ayuda humanitaria” de veinte millones de dólares que
envían a un país al cual le han robado, previamente y sólo en un corto
lapso, más de 17 mil millones de esos dólares a través de la empresa
CITGO.
El sábado 23, el liderazgo de la
revolución bolivariana moviliza a las masas populares venezolanas para
defender su revolución. A cara o ceca cuando el imperio arrecia y
amenaza. De ese modo defendió la vanguardia de la Sierra Maestra la
revolución cubana cada vez que fue necesario.
Las masas en la calle le
recuerdan al imperio que Vietnam y el general Giap no han sido un banal
incidente de la historia sino la forma y la medida en que los procesos
históricos se auto instituyen como negatividad revolucionaria contra una
positividad imperial huérfana de razones y ahíta de arbitrariedad.
El capitalismo ya no es una opción con
perspectiva histórica. Es un estado de cosas que afirma su presente
comprometiendo el futuro de la humanidad toda. Y hay que comprender que
hoy menos que nunca cabe disfrazar el miedo de táctica política o la
especulación mezquina de vocación por la unidad.
No es Maduro el que viola los
derechos humanos. Los derechos humanos, en América Latina, los violó
siempre Estados Unidos. Un cachivache como Guaidó montado sobre la
patraña del súbito humanitarismo estadounidense, no nos puede obnubilar
el entendimiento al punto de pasar por alto las evidencias.
No doblarán por Venezuela las campanas si el derecho se inclina ante la
fuerza. Doblarán por América Latina, es decir,
por los obreros,
campesinos, estudiantes, pueblo pobre y marginado y trabajadores que
desde el Río Bravo hasta Ushuaia buscan, por medio de la ley y la
Constitución, un lugar en el mundo para sus hijos y para los hijos de
sus hijos. [...] - tomado de elcomunista.net -
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