Ante la gravedad de la situación de la Argentina, con una proyección de caída de la actividad económica para el 2020 en el orden del 10% tiene lógica que se discuta el qué hacer, cómo responder.
Algunos sugieren cambios en el gabinete de gobierno, con siete meses
en funciones, ante los problemas evidentes de la economía, y de la
política.
Vamos a insistir que no se puede disociar la economía y la política, como si ambos aspectos fueran dos temas que puedan analizarse por separado, incluso la relación de estos aspectos con el orden mundial.
Los problemas derivados de la recesión se profundizan en tiempos de pandemia por el coronavirus, pero tienen trasfondo en problemas de arrastre de funcionamiento de la sociedad capitalista contemporánea. La prensa estadounidense da cuenta del pico de infecciones en EEUU, luego del pico neoyorkino.