[Sputnik / elcomunista.net] - La noticia de que dos equipos investigadores, uno británico y otro chino, han conseguido avances significativos en la fabricación de una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 es un signo evidentemente esperanzador, pero no debería servir para caer en la autocomplacencia o en el optimismo excesivo.
Por Francisco Herranz* - Los resultados positivos, tanto de la
Universidad de Oxford/AstraZeneca como de la firma CanSino Biologics, no
son definitivos sino preliminares.
El hecho de que ya existan
prometedores candidatos a vacunas demuestra el ritmo frenético y sin
precedentes al que se está moviendo la comunidad científica, pero eso no
implica que se llegue a una solución ideal.
De hecho, estos claros progresos no descartan el temible escenario de que no se encuentre una vacuna eficaz o de que, si se llegara a ese extremo, no prevenga el contagio, sino que reduzca considerablemente los síntomas.