miércoles, 22 de julio de 2020

Cautela, realismo y desconfianza en la carrera por la vacuna

[Sputnik / elcomunista.net] - La noticia de que dos equipos investigadores, uno británico y otro chino, han conseguido avances significativos en la fabricación de una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 es un signo evidentemente esperanzador, pero no debería servir para caer en la autocomplacencia o en el optimismo excesivo.

Por Francisco Herranz* - Los resultados positivos, tanto de la Universidad de Oxford/AstraZeneca como de la firma CanSino Biologics, no son definitivos sino preliminares.

El hecho de que ya existan prometedores candidatos a vacunas demuestra el ritmo frenético y sin precedentes al que se está moviendo la comunidad científica, pero eso no implica que se llegue a una solución ideal.

De hecho, estos claros progresos no descartan el temible escenario de que no se encuentre una vacuna eficaz o de que, si se llegara a ese extremo, no prevenga el contagio, sino que reduzca considerablemente los síntomas.

La urgencia global, con más de 600.000 muertos en seis meses, ha acelerado los trabajos de una forma muy notable a golpe de cheque bancario. Normalmente lleva una década crear una nueva vacuna, pero ahora no hay tanto tiempo para alcanzar esa meta.

El mejor antídoto debería funcionar, sin provocar graves efectos secundarios, en todos los grupos de edad, incluidos los mayores de 65 años y la población de riesgo (diabéticos, hipertensos, etc.), proteger al menos durante seis meses tras su aplicación y reducir la transmisión del agente patógeno. El listón se halla bien alto - Leer texto completo