Se calcula que la agricultura familiar proporciona 70 por ciento de los alimentos producidos en el mundo, mantiene a 40 por ciento de los hogares y es dos veces más eficaz en la reducción de la pobreza que los demás sectores productivos.
“Si nos tomamos en serio la lucha contra el hambre debemos promover la agricultura familiar como una forma de producción y también… como una forma de vida. Es mucho más que un modo de producción agrícola”, aseguró Marcela Villarreal, directora de la Oficina para las Asociaciones, Promoción y Desarrollo de Capacidades de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
Se calcula que la agricultura familiar proporciona 70 por ciento de los alimentos producidos en el mundo, mantiene a 40 por ciento de los hogares y es dos veces más eficaz en la reducción de la pobreza que los demás sectores productivos.
La agricultura familiar, que es la principal fuente de trabajo del mundo, puede ayudar a combatir el hambre y la pobreza y a contribuir con sistemas alimentarios saludables, según la FAO. También puede proteger el medio ambiente y la gestión de los recursos naturales de una manera sostenible.
No existe una definición oficial de la agricultura familiar, que a veces sustituye al término “pequeños agricultores”, pero sus principales características son la propiedad familiar de la tierra y el empleo de mano de obra no asalariada, que es proporcionada por los miembros de la familia.
Un documento de trabajo de la Fao, que utiliza cifras del Censo Agropecuario Mundial, calcula que “hay más de 570 millones de granjas en el mundo” y que “más de 500 millones de ellas pertenecen a familias”.
El reporte también señala que 84 por ciento de los emprendimientos agrícolas ocupan menos de dos hectáreas y trabajan con 12 por ciento de las tierras cultivables del mundo. El 16 por ciento restante ocupan más de dos hectáreas y representan 88 por ciento de las tierras - màs en IPS