x Manlio Dinucci - Reaparece en el orden del día la partición de Libia. Lo que hubiera sido demasiado evidente en 2011, vuelve a sernos presentado como una deplorable necesidad.
«Libia debe convertirse nuevamente en un país estable y sólido», reza el mensaje de Twitter enviado desde Washington por el primer ministro italiano Matteo Renzi, desde donde garantiza además su mayor respaldo al «Primer ministro [Fayez el-] Sarraj, finalmente en Trípoli».
Los que piensan en esa posibilidad, en Washington, París, Londres y Roma, son los mismos que, luego de haber desestabilizado y destrozado el Estado libio recurriendo a la guerra, van a recoger los pedazos con la «misión de asistencia internacional a Libia».
Lo que tienen en mente sale a flote a través de voces autorizadas. Paolo Scaroni [1], quien se movió en Libia, como patrón del ENI, entre facciones armadas y mercenarios y hoy se encuentra en la vicepresidencia del banco Rotschild, declara al Corriere della Sera que «hay que acabar con la ficción de Libia», «país inventado» por el colonialismo italiano.
Hay que «favorecer el nacimiento en [la región de] Tripolitania de un gobierno que lance un llamado a fuerzas extranjeras que lo ayuden a mantenerse en pie», estimulando a la vez [las regiones de] Cirenaica y Fezzan a crear sus propios gobiernos regionales, eventualmente con el objetivo de federarse a largo plazo. Mientras tanto «cada uno administraría sus fuentes energéticas», que se hallan en Tripolitania y Cirenaica - texto completo
«Libia debe convertirse nuevamente en un país estable y sólido», reza el mensaje de Twitter enviado desde Washington por el primer ministro italiano Matteo Renzi, desde donde garantiza además su mayor respaldo al «Primer ministro [Fayez el-] Sarraj, finalmente en Trípoli».
Los que piensan en esa posibilidad, en Washington, París, Londres y Roma, son los mismos que, luego de haber desestabilizado y destrozado el Estado libio recurriendo a la guerra, van a recoger los pedazos con la «misión de asistencia internacional a Libia».
Lo que tienen en mente sale a flote a través de voces autorizadas. Paolo Scaroni [1], quien se movió en Libia, como patrón del ENI, entre facciones armadas y mercenarios y hoy se encuentra en la vicepresidencia del banco Rotschild, declara al Corriere della Sera que «hay que acabar con la ficción de Libia», «país inventado» por el colonialismo italiano.
Hay que «favorecer el nacimiento en [la región de] Tripolitania de un gobierno que lance un llamado a fuerzas extranjeras que lo ayuden a mantenerse en pie», estimulando a la vez [las regiones de] Cirenaica y Fezzan a crear sus propios gobiernos regionales, eventualmente con el objetivo de federarse a largo plazo. Mientras tanto «cada uno administraría sus fuentes energéticas», que se hallan en Tripolitania y Cirenaica - texto completo