[Sputnik] - Por Sergio Rodríguez Gelfenstein - He leído con sorpresa el comunicado de la OEA que manifiesta: "Resulta inaceptable el carácter violento de algunos actos llevados a cabo durante las protestas contra el Gobierno". A lo cual agrega que es "injustificable que algunos actores los conviertan (el derecho a la protesta) en un derecho a la violencia, el saqueo y el vandalismo.
La Secretaría General de la OEA condena enérgicamente los actos de violencia registrados en los últimos días (…). Es inaceptable el secuestro de policías y militares, así como el destrozo y saqueo de bienes públicos, el incendio de patrulleros y ataques a ambulancias".
Asimismo, "la OEA considera fundamental que todas las partes respeten el término constitucional por el que fue electo el presidente (…) y reitera su rechazo a cualquier forma de interrupción de su Gobierno".
Por un momento pensé que Luis Almagro había reconsiderado su odiosa posición contra Venezuela y, en vista de que desea fervientemente reelegirse para un nuevo período, que había aceptado que el Gobierno de Caracas está firme, mantiene el control del país, que las fuerzas armadas han resultado inquebrantables y que un importante sector de la sociedad sigue apoyando al Gobierno.
Pensé que esta declaración de Almagro era una suerte de admisión de su derrota y el deseo de que los problemas del país se solucionaran mediante el diálogo y la negociación - Leer texto + temas relacionados
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