Por José Negrón Valera [Sputnik] - "La
gente no vota por realidades sino por expectativas"… es una ley del
márquetin electoral. Usualmente se les paga muy bien a los consultores
solo para decir esa frase en conferencias.
Lo dramático es que tienen
razón. Aunque casi nunca explican el por qué ocurre esto.
Bolivia lo vuelve a confirmar - Durante la presidencia de Evo Morales Bolivia logró reducir
la pobreza a la mitad. Fue el país que más creció en Latinoamérica en
los últimos años, logró una redistribución de la pobreza y el respeto a
las identidades locales de poblaciones históricamente excluidas.
No le
sirvió de nada. ¿Por qué? Porque se subestima el poder del imaginario
colectivo.
Con Chávez ocurrió algo similar. Nunca antes en Venezuela se vivió tal
nivel de bienestar como el que se alcanzó en el periodo entre 2006 y
2012. Miles de venezolanos, la mayoría de ellos opositores a la revolución bolivariana, viajaron por el mundo con dólares preferenciales producto de la bonanza petrolera de esos años.
Mejoraron su posición económica, adquiriendo viviendas y automóviles,
producto de las políticas de créditos sociales y del enorme poder
adquisitivo del bolívar. Aun así, nunca cambiaron su opinión adversa al
presidente venezolano.
¿Qué pasó? Por qué las realidades de bienestar concreto, real, vivido, no permiten a las personas cambiar sus percepciones. Por qué, por ejemplo, son capaces de seguir atadas al discurso 'antisocialismo', aun cuando tiene en sus manos pruebas concretas de la eficacia de dicho sistema - Leer texto + temas relacionados