por M. Roitman Rosenmann - Comprendo perfectamente el motivo por el cual el poder político mediante sus organizaciones paramilitares, dependientes del gobierno hondureño, ha decidido acabar con la vida de Berta Cáceres.
Igualmente no me llama la atención el silencio cómplice de quienes piden respeto por los derechos humanos en América Latina, se declaman demócratas y no levantan su voz cuando se trata de una dirigente de organizaciones populares, cuya labor era reconocida internacionalmente.
En Honduras, desde 2002 a 2014 han sido asesinados 111 activistas, pero nada de ello es relevante para personajes que sólo tienen ojos para las trasnacionales, los centros de poder, la banca y los poderes facticos...
Me refiero a quienes desde el púlpito lanzan soflamas incendiarias contra los gobiernos populares y solicitan la puesta en libertad de condenados por sedición como el caso del venezolano Leopoldo Lopez, corresponsable de la muerte de 43 personas en la asonada conocida por “la salida”, diseñada para derrocar al gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela.
Ex presidentes como Álvaro Uribe, José María Sanguinetti, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos, Ernesto Zedillo, Jose María Aznar y Felipe González, comprometidos con asesinatos, actos de corrupción, tráfico de influencias, venta de armas y persecución política, han enmudecido ante este acto de violencia de Estado... - texto completo
Igualmente no me llama la atención el silencio cómplice de quienes piden respeto por los derechos humanos en América Latina, se declaman demócratas y no levantan su voz cuando se trata de una dirigente de organizaciones populares, cuya labor era reconocida internacionalmente.
En Honduras, desde 2002 a 2014 han sido asesinados 111 activistas, pero nada de ello es relevante para personajes que sólo tienen ojos para las trasnacionales, los centros de poder, la banca y los poderes facticos...
Me refiero a quienes desde el púlpito lanzan soflamas incendiarias contra los gobiernos populares y solicitan la puesta en libertad de condenados por sedición como el caso del venezolano Leopoldo Lopez, corresponsable de la muerte de 43 personas en la asonada conocida por “la salida”, diseñada para derrocar al gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela.
Ex presidentes como Álvaro Uribe, José María Sanguinetti, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos, Ernesto Zedillo, Jose María Aznar y Felipe González, comprometidos con asesinatos, actos de corrupción, tráfico de influencias, venta de armas y persecución política, han enmudecido ante este acto de violencia de Estado... - texto completo