Lic. Martha Lidia Ferreira* - 22junio2016 - Por definición, el pesimismo es la tendencia a ver y juzgar las cosas en su aspecto más negativo, o más desfavorable. Tal vez a considerar la historia
Siempre fue así y, casi por Ley, así continuará. Un cuasi sinónimo de “
no vale la pena” o “no te esfuerces que el resultado será igual de malo”…
Leído así, pareciera el más corto camino a declararnos fracasados, no sólo frente al enemigo de los intereses de las mayorías, sino a la magnitud del Poder de ese 1 % del Sector Financiero mundial, donde el dinero genera dinero, intentando ignorar la Producción y su Mercado (Interno o Externo) y saqueando Materia Prima de todas partes.
Esta Doctrina metafísica, opuesta absolutamente al Materialismo Histórico y Dialéctica Materialista, afirma que el mundo es irremisiblemente “malo” y, por consiguiente,
todo en la naturaleza, y en la vida del hombre, tiende a la producción y conservación de lo peor de él, lo cual es absolutamente erróneo y alcanza, para verificarlo,
con repasar la historia de la humanidad desde sus inicios, o bucear en nuestras propias historias familiares. Sin dudas es, sí, la que conviene adoptemos al enemigo común -
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