por Emilio Godoy - México, 9 nov 2016 (IPS) – El canadiense Clayton Thomas-Muller cruzó la frontera entre su país y Estados Unidos para sumarse al movimiento indígena en contra de la construcción de un oleoducto, convertido en un ejemplo de las luchas de los pueblos nativos de América contra megaproyectos, donde abundan los elementos comunes.
“Es un movimiento increíble. El factor común número uno es la fundación espiritual de la cosmovisión. Son indígenas de todo el mundo que comparten la cosmogonía del agua.
Hay un sentimiento de la sacralización de la tierra. Es el mayor movimiento indígena desde los días precoloniales”, dijo a IPS este delegado de la Red Ambiental Indígena.
Thomas-Muller, del pueblo cree o pukatawagan, subrayó que el oleoducto es “uno de los mayores casos de riesgo ambiental en Estados Unidos”, contra el que luchan los pueblos indígenas afectados, tal como hacen en otras partes del mundo - texto completo
“Es un movimiento increíble. El factor común número uno es la fundación espiritual de la cosmovisión. Son indígenas de todo el mundo que comparten la cosmogonía del agua.
Hay un sentimiento de la sacralización de la tierra. Es el mayor movimiento indígena desde los días precoloniales”, dijo a IPS este delegado de la Red Ambiental Indígena.
Thomas-Muller, del pueblo cree o pukatawagan, subrayó que el oleoducto es “uno de los mayores casos de riesgo ambiental en Estados Unidos”, contra el que luchan los pueblos indígenas afectados, tal como hacen en otras partes del mundo - texto completo