sábado, 14 de mayo de 2016

Brasil - 15 meses de sabotaje y obstrucción que culminan con 'golpe' elitista

Dilma está apostada en una trinchera de cristal.

Pasaron sólo 26 horas desde que fue notificada que debía apartarse interinamente de la presidencia cuando conversó con un reducido grupo de corresponsales extranjeros.

El encuentro tuvo lugar en el Palacio de Alvorada, con sus columnas delgadas como cuellos de garzas y altísimas paredes de vidrio.

Rousseff acusó de sabotaje a los políticos que impulsaron su salida del poder, empezando por los legisladores que bloquearon sus iniciativas económicas en el Congreso y luego votaron en favor de hacerle un juicio político.

“Durante 15 meses sufrimos todo tipo de sabotaje para impedirnos gobernar. Primero cuestionaron que los votos fueron mal contados, cuando se demostró que estaban bien contados pidieron que se verificara si las urnas eran adecuadas.

Fue creado un ambiente de inestabilidad… para después llegar indirectamente a la presidencia, ellos no tienen condiciones de llegar al gobierno por el voto directo…” comenta la presidenta suspendida en obvia alusión al mandatario interino Michel Temer, a quien las encuestas le otorgan dos por ciento de aprobación... - texto completo