Tras los socialistas, los conservadores (PP) han sufrido un descalabro en comparación con los comicios de 2016 y han obtenido casi un 17% de los votos.
Los siguen Ciudadanos (casi un 17% de los votos) y Unidas Podemos (casi un 12%). El partido irruptor de ultraderecha, Vox, se quedó en poco más del 10% de los votos.
Los socialistas deberán ahora escoger entre pactar con Unidas Podemos y alguno de los partidos nacionalistas o con Ciudadanos, con quienes rechazaron pactar durante la campaña electoral.
Desde el Partido Popular han reconocido que no esperaban tal debacle electoral. Durante la última etapa de la campaña se habían aferrado al voto oculto y a los indecisos, quienes finalmente se han decantado por Vox y por Ciudadanos.
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