[bios.org.ar] - (...) Un suelo pobre en microorganismos, al cual se le ha aplicado sistemáticamente sustancias biocidas (pesticidas, fungicidas, herbicidas, etc.) no tiene la microbiota necesaria para transformar todos los minerales en una forma que sea reconocida por la planta,
de modo que por más fósforo o hierro, por ejemplo, que se agregue al suelo, las plantas no lo podrán identificar como bioasimilable, y no será incorporado.
En un suelo vivo, orgánico, sin insumos químicos adicionales, esos minerales están biodisponibles, y llegan a la planta y sus frutos, y a nuestra mesa.
Durante la investigación se ha comprobado cómo las diferencias en vitamina C y compuestos fenólicos frente al cultivo convencional se incrementan con la maduración de los frutos.
A más maduro, menos nutritivo. Exactamente al revés de los vegetales agroecológicamente producidos.
Es, sin dudas, el estudio comparativo más completo y exhaustivo que se ha llevado a cabo hasta la fecha en este sentido.
Y alienta y promueve una vez más la reconversión agroecológica, para asegurar alimentos sanos y nutritivos. Sin residualidad de biocidas, y con mayores valores nutricionales. Una buena noticia para celebrar el Día de la Tierra. (...) - tomado de Semillas de identidad - Texto completo