x Julio C. Gambina [Lahaine.org] - Preocupa al poder económico la continuidad de la acción preventiva en materia de salud, por la recesión, por la caída de la producción. No les preocupa el empleo
La presión mediática de antiguos y nuevos voceros del poder económico reclamando “flexibilizar” el aislamiento social preventivo y obligatorio, ante la pandemia del coronavirus, son los mismos que demandaban y demandan flexibilizar las relaciones laborales (eliminar derechos sociales y laborales) e incluso, más abiertamente, bajar la presión impositiva sobre el capital.
Sostienen que el “capital” es la vanguardia del proceso productivo, porque es el que anticipa el dinero para la inversión y, en consecuencia, el capital es el que “da” trabajo. El discurso clama por salvar a los capitales que son los que pueden invertir y por ende, hacia allí debe dirigirse la política pública.
Todo es una falsedad absoluta de la realidad. Desde los fundadores de la escuela clásica de la Economía Política sabemos que el capital es “trabajo acumulado”, por lo tanto, es el “trabajo” el que genera la producción y el propio capital.
No es el capital el que genera la riqueza, sino que es el trabajo el que genera la riqueza y al propio capital. El dinero por sí mismo no produce ganancia, aunque así aparece en el proceso financiero y en la especulación.
El dinero del inversor solo produce ganancia y acumulación en tanto puede comprar la fuerza de trabajo y articularla, precisamente, en el proceso de trabajo con los medios de producción (edificios, maquinarias, herramientas, materiales, materias primas, etc.) - Leer texto completo
La presión mediática de antiguos y nuevos voceros del poder económico reclamando “flexibilizar” el aislamiento social preventivo y obligatorio, ante la pandemia del coronavirus, son los mismos que demandaban y demandan flexibilizar las relaciones laborales (eliminar derechos sociales y laborales) e incluso, más abiertamente, bajar la presión impositiva sobre el capital.
Sostienen que el “capital” es la vanguardia del proceso productivo, porque es el que anticipa el dinero para la inversión y, en consecuencia, el capital es el que “da” trabajo. El discurso clama por salvar a los capitales que son los que pueden invertir y por ende, hacia allí debe dirigirse la política pública.
Todo es una falsedad absoluta de la realidad. Desde los fundadores de la escuela clásica de la Economía Política sabemos que el capital es “trabajo acumulado”, por lo tanto, es el “trabajo” el que genera la producción y el propio capital.
No es el capital el que genera la riqueza, sino que es el trabajo el que genera la riqueza y al propio capital. El dinero por sí mismo no produce ganancia, aunque así aparece en el proceso financiero y en la especulación.
El dinero del inversor solo produce ganancia y acumulación en tanto puede comprar la fuerza de trabajo y articularla, precisamente, en el proceso de trabajo con los medios de producción (edificios, maquinarias, herramientas, materiales, materias primas, etc.) - Leer texto completo