BEIJING, 23 abr (Xinhua) -- Pocos esperaban que Washington enfrentara directamente las deficiencias en la respuesta federal de Estados Unidos a la COVID-19, pero muy pocos imaginaban que se mostrara tan desesperado en usar a otros como chivos expiatorios.
En cuestión de meses, algunos políticos estadounidenses, en particular personas como el secretario de Estado, Mike Pompeo, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, y el senador estadounidense Tom Cotton, han organizado una fábrica de todo tipo de falacias para crear una realidad paralela para poder evadir responsabilidades.
Parece que Washington realmente ha avanzado un poco en la creación de nuevos empleos, los cuales no producen teléfonos inteligentes o acero, sino mentiras y excusas.
Culpan a China por su falta de transparencia, como si el intercambio regular de información y experiencia hecho por China con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, desde principios de enero nunca hubiera sucedido.
Culpan a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por encubrir la epidemia, aunque muchos investigadores y expertos médicos de EEUU han estado trabajando estrechamente con la OMS en su sede de Ginebra y han enviado datos en tiempo real a Washington desde los primeros días del brote.
Culpan a las administraciones anteriores por socavar la capacidad de respuesta a la epidemia de Estados Unidos, olvidando que la actual ha estado en el poder durante más de tres años.
Para ellos, Europa también es culpable, y la lista puede continuar.
Parece que los pompeos y los navarros no dejan piedra sin mover para buscar chivos expiatorios y asegurarse de que la culpa no recaiga en la actual administración.
Por supuesto, esos políticos insensibles no son tontos. Hay una serie de razones por las que mienten tanto esta vez... - Leer texto completo
En cuestión de meses, algunos políticos estadounidenses, en particular personas como el secretario de Estado, Mike Pompeo, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, y el senador estadounidense Tom Cotton, han organizado una fábrica de todo tipo de falacias para crear una realidad paralela para poder evadir responsabilidades.
Parece que Washington realmente ha avanzado un poco en la creación de nuevos empleos, los cuales no producen teléfonos inteligentes o acero, sino mentiras y excusas.
Culpan a China por su falta de transparencia, como si el intercambio regular de información y experiencia hecho por China con la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, desde principios de enero nunca hubiera sucedido.
Culpan a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por encubrir la epidemia, aunque muchos investigadores y expertos médicos de EEUU han estado trabajando estrechamente con la OMS en su sede de Ginebra y han enviado datos en tiempo real a Washington desde los primeros días del brote.
Culpan a las administraciones anteriores por socavar la capacidad de respuesta a la epidemia de Estados Unidos, olvidando que la actual ha estado en el poder durante más de tres años.
Para ellos, Europa también es culpable, y la lista puede continuar.
Parece que los pompeos y los navarros no dejan piedra sin mover para buscar chivos expiatorios y asegurarse de que la culpa no recaiga en la actual administración.
Por supuesto, esos políticos insensibles no son tontos. Hay una serie de razones por las que mienten tanto esta vez... - Leer texto completo