x Silvia Federici [traficantes de sueños / lahaine.org] - Vivimos en un sistema capitalista cuyo problema fundamental, lo que lo hace insustentable, es que sistemáticamente se basa sobre la subordinación de la reproducción de la vida
Nosotras como feministas, los movimientos de mujeres en todo el mundo, hace muchísimos años venimos repitiendo que este sistema no garantiza nuestro futuro, no garantiza nuestra vida.
Este sistema nos está matando de tantas formas diferentes pero conectadas: nos está matando con la agricultura industrializada, con la comida que nos da diabetes. En el 2019 más de 4 millones de personas murieron de diabetes en el mundo por esta comida fast food tan venenosa. Y también la contaminación de las aguas, los pesticidas.
Entonces las mujeres del mundo, campesinas, indígenas, urbanas, son la primera línea en la lucha por una sociedad diferente. Por una reproducción que nos da vida, nos da futuro, que nos nutre, que no nos va a matar.
Es muy importante decir que esta pandemia hace muy visible, muy evidente, lo que pasa cada día con la guerra, con los desahucios, con las deslocalizaciones, las expropiaciones, la gente que es expulsada de su campo, con la contaminación del medio ambiente, la destrucción de la naturaleza.
Otro ejemplo es el aumento de la desesperación.
Hoy se habla en EEUU de que 40 mil personas murieron por el coronavirus. Es terrible, es terrorífico. Solamente el año pasado 48 mil personas se suicidaron. Se suicidaron porque esta vida siempre es más triste, siempre es más difícil - Leer texto completo
Nosotras como feministas, los movimientos de mujeres en todo el mundo, hace muchísimos años venimos repitiendo que este sistema no garantiza nuestro futuro, no garantiza nuestra vida.
Este sistema nos está matando de tantas formas diferentes pero conectadas: nos está matando con la agricultura industrializada, con la comida que nos da diabetes. En el 2019 más de 4 millones de personas murieron de diabetes en el mundo por esta comida fast food tan venenosa. Y también la contaminación de las aguas, los pesticidas.
Entonces las mujeres del mundo, campesinas, indígenas, urbanas, son la primera línea en la lucha por una sociedad diferente. Por una reproducción que nos da vida, nos da futuro, que nos nutre, que no nos va a matar.
Es muy importante decir que esta pandemia hace muy visible, muy evidente, lo que pasa cada día con la guerra, con los desahucios, con las deslocalizaciones, las expropiaciones, la gente que es expulsada de su campo, con la contaminación del medio ambiente, la destrucción de la naturaleza.
Otro ejemplo es el aumento de la desesperación.
Hoy se habla en EEUU de que 40 mil personas murieron por el coronavirus. Es terrible, es terrorífico. Solamente el año pasado 48 mil personas se suicidaron. Se suicidaron porque esta vida siempre es más triste, siempre es más difícil - Leer texto completo