[Sputnik / elcomunista.net] - El periodista Raúl Cazal, hace unos
días, me envió una imagen que circulaba en internet. En ella se decía:
«señores clientes: movimos los libros de distopías postapocalípticas a
la sección de historia contemporánea».
Luego de una risa más preocupada
que feliz, le contesté: «la distopía ha muerto».
Por Por José Negrón Valera* - Esta «muerte» ha ocurrido porque el
curso de los acontecimientos ya no existen como conjeturas de mentes
imaginativas o aventajadas, sino que se desarrollan frente a nuestros
ojos con la fidelidad con que solo pudo prever la sana sospecha.
En un artículo anterior llamado Un
coronavirus para hackear el sistema mundial, recordábamos al sociólogo
Edgardo Lander, quien hace quince años alertaba que era muy probable
que, ante un suceso de gran conmoción mundial, la élite avanzaría en un
plan de control total.
En aquel momento, lucía arriesgado hablar de ello
en círculos académicos.
Sin embargo, tomando en cuenta las
serias dudas que posee China en cuanto a la procedencia del virus, así
como su posible utilización como arma biológica contra la nación
asiática, no luce ya descabellado considerar que esta pandemia abre una
brecha ideal para ciertas agendas no solo políticas o económicas, sino
de carácter civilizatorio.
Solo hechos - Leer texto completo