[Sputnik / elcomunista.net] - Cuando comenzó la invasión nazi contra
la Unión Soviética todo el pueblo se levantó para defender su país.
Muchas mujeres tampoco se quedaron en sus casas y fueron al frente.
En
los combates contra los nazis destacaban las francotiradoras soviéticas
que eliminaban a los agresores sin piedad. Una de ellas fue Roza
Shánina.
Roza Shánina nació el 3 de abril de 1924
en la gobernación de Vólogda, en el norte de la parte europea de Rusia,
en las latitudes donde las duras condiciones climáticas se asemejaban a
las de algunas áreas de Siberia. La pequeña recibió su nombre en honor
de la difunta revolucionaria polaco-alemana Rosa Luxemburgo. La decisión
de llamarla así la tomó su padre, partidario del movimiento
revolucionario comunista.
Y no fue en vano, porque la menor se
parecía mucho a su tocaya y no siempre obedeció a sus padres. La joven
pronto aprendió a tomar sus propias decisiones.
Cuando Shánina se graduó
del séptimo grado de la escuela decidió seguir sus sueños y se mudó a
la ciudad de Arjánguelsk, donde había un colegio de formación
pedagógica. Aunque los padres estaban en contra, Shánina se fue de casa.
La joven no tenía ni dinero ni
propiedad, por lo cual antes de instalarse en un dormitorio estudiantil
vivió con su hermano Fiodor. Shánina no pudo contar con la ayuda de sus
padres porque no habían aceptado su decisión de mudarse.
Mientras
estudiaba en el tercer curso del colegio en Arjánguelsk, a partir de
septiembre de 1941 trabajó como maestra en un parvulario. La ciudad en
la que vivía le gustaba mucho. Justo allí, en junio de 1941, se enteró
del inicio de la guerra - Leer texto completo