lunes, 13 de abril de 2020

mundo globalizado - Desorden y agonía

x Higinio Polo [lahaine.org] - En 1991, la victoria temporal del imperialismo escondió su alocada carrera hacia el desorden planetario y su propia agonía
 
[lahaine.org] - Cuando Francis Fukuyama, en su libro de 1992, divulgó la tesis del "fin de la historia", consiguió celebridad mundial.

La formulación era sencilla, pero demoledora para la izquierda: ante la evidencia de la desaparición de la Unión Soviética, podía afirmar que el comunismo había fracasado y que el capitalismo surgía victorioso como el único sistema que garantizaba la paz, la libertad y la igualdad.

Sin embargo, en 2010 Fukuyama reconoció que no había comprendido el significado de la desaparición de la Unión Soviética y del bloque socialista europeo.

Fukuyama había creído en el borracho Yeltsin (el rostro del sepulturero y ladrón que se impuso a sangre y fuego, apoyado por Occidente, con el golpe de Estado en el Moscú de 1993) y en la capacidad del liberalismo para satisfacer las necesidades humanas y, además,

en 1992 olvidaba la existencia de China, ella sola la quinta parte de la humanidad, aunque sin la fortaleza que tiene hoy: en la última década del siglo XX, su presupuesto militar era aún inferior al de España.

Pero muchos como Fukuyama resaltaron la victoria del capitalismo: era definitiva, la historia había terminado.

Un siglo después del libro de Lenin sobre el imperialismo como última etapa del capitalismo, la jerarquía entre las potencias depredadoras es evidente.

La historia del imperialismo muestra sus dos objetivos principales: la ocupación de territorios para convertirlos en colonias y el saqueo de recursos ajenos, que dieron lugar a disputas que culminaron en la gran guerra - Leer texto completo