[Sputnik / elcomunista.net] - El llamado a quedarse en casa para hacer
frente a la pandemia de coronavirus se impone en todo el mundo pero, para quienes viven en las calles de la capital uruguaya, se trata
de una consigna vacía de contenido, sobre todo ahora, que el frío
comienza a empeorar las cosas en el hemisferio sur.
Por Ramiro Barreiro* - Es por ello que vecinos de todos los barrios de Montevideo sumaron
fuerzas para desplegar en la ciudad un sinfín de ollas populares que,
según desciende el mercurio del termómetro, comienzan a acercar también
un abrigo a quienes más lo necesitan.
Unas 2.500 personas se acercan por estas noches a los refugios
dispuestos de antemano y a los cinco que se agregaron con la emergencia
sanitaria por el coronavirus, causante de la enfermedad covid-19, en
clubes de fútbol y gimnasios de básquet, según confirma a Sputnik la
directora de Vulnerabilidad del Ministerio de Desarrollo Social (Mides),
Fernanda Auersperg.
«Hay mucha gente nueva, sobre todo familias que terminan en la calle
porque estaban viviendo en un cuarto de pensión y al no poder pagar el
día o la semana los desalojan ilegalmente;
personas que trabajan en la
feria o vendían en el ómnibus y que han quedado sin trabajo; sin dudas
se puede atribuir esas crisis a la pandemia aunque, claro, estamos
hablando de estructuras que ya venían resentidas», describe Auersperg - Leer texto completo