x Guillermo Cieza [lahaine.org] - Una pandemia que adelanta la reconfiguración geopolítica del mundo
Distintos analistas coinciden en que la aparición de la pandemia se produjo en un momento histórico en que el sistema capitalista mundial se encontraba en las puertas de otra crisis más aguda que la de 2008-2009.
El coronavirus adelantó los tiempos y agregó nuevos condimentos que deben ser analizados.
La crisis del 2008 había expuestos las debilidades del sistema capitalista mundial afectado por un excesivo crecimiento del capitalismo ficticio, caracterizado por que la deuda en circulación es mucho mayor que la riqueza material que respalda al capital.
La globalización quedó averiada por la crisis de 2008 y frente a ese hecho surgieron distintas percepciones.
Doce años después podemos advertir que sectores neoconservadores y del nacionalismo de derecha como los que expresan Donald Trump y Boris Johnson, comprendieron mucho mejor que los social-liberales (es un exceso calificarlos como socialdemócratas) y la izquierda que se venía una desarticulación de la globalización.
Esta se caracterizará en lo económico por un achicamiento de las cadenas de valor, en lo político por un repliegue en los Estados Nacionales, y en lo financiero por un 'default' masivo de deudas soberanas o corporativas.
Hoy no resulta ningún hallazgo anticipar que el fallecido más famoso de la pandemia se llamará Unión Europea(1). Pero este movimiento defensivo no parece suficiente para detener el impacto de la crisis global, ni para salvar el pellejo de los EEUU como potencia hegemónica.
El crecimiento económico de China y su alianza con Rusia, que en el plano tecnológico y militar es una potencia de primera línea, ya había puesto en cuestionamiento la hegemonía estadounidense, pero ni los propios chinos esperaban superar a EEUU antes de 2025 - Leer texto completo
Distintos analistas coinciden en que la aparición de la pandemia se produjo en un momento histórico en que el sistema capitalista mundial se encontraba en las puertas de otra crisis más aguda que la de 2008-2009.
El coronavirus adelantó los tiempos y agregó nuevos condimentos que deben ser analizados.
La crisis del 2008 había expuestos las debilidades del sistema capitalista mundial afectado por un excesivo crecimiento del capitalismo ficticio, caracterizado por que la deuda en circulación es mucho mayor que la riqueza material que respalda al capital.
La globalización quedó averiada por la crisis de 2008 y frente a ese hecho surgieron distintas percepciones.
Doce años después podemos advertir que sectores neoconservadores y del nacionalismo de derecha como los que expresan Donald Trump y Boris Johnson, comprendieron mucho mejor que los social-liberales (es un exceso calificarlos como socialdemócratas) y la izquierda que se venía una desarticulación de la globalización.
Esta se caracterizará en lo económico por un achicamiento de las cadenas de valor, en lo político por un repliegue en los Estados Nacionales, y en lo financiero por un 'default' masivo de deudas soberanas o corporativas.
Hoy no resulta ningún hallazgo anticipar que el fallecido más famoso de la pandemia se llamará Unión Europea(1). Pero este movimiento defensivo no parece suficiente para detener el impacto de la crisis global, ni para salvar el pellejo de los EEUU como potencia hegemónica.
El crecimiento económico de China y su alianza con Rusia, que en el plano tecnológico y militar es una potencia de primera línea, ya había puesto en cuestionamiento la hegemonía estadounidense, pero ni los propios chinos esperaban superar a EEUU antes de 2025 - Leer texto completo