por Martin Granovsky / Página/12 - El investigador brasileño Luiz Moniz Badeira dijo a Página/12 que, según sus informaciones, las bases o quasi-bases (centros de apoyo para movimientos militares) están en proceso de negociación entre Washington y el gobierno de Mauricio Macri.
Se prevé instalar una en Usuahia, en territorio argentino y otra en la Triple Frontera, donde se localiza uno de los reservorios de agua dulce más ricos del planeta como es el Acuífero Guaraní. Explicó cómo y por qué los Estados Unidos alentaron el golpe contra la mandataria brasileña Dilma Rousseff.
-¿Hay un patrón común que una la política desplegada por Macri y el golpe en Brasil?
-Sí. Hace mucho tiempo que los Estados Unidos buscaban un cambio de régimen en la Argentina y Brasil, dos países que en el 2005 frustraron la conformación del Área de Libre Comercio de las Américas. Procuraron hacerlo por vía electoral. Alcanzaron su objetivo en la Argentina con la victoria de Mauricio Macri. En Brasil no. Dilma Rousseff venció, aunque por pequeña diferencia de votos, el candidato neoliberal Aécio Neves.
Pero la crisis económica, la recesión agravada por los errores políticos de la presidenta Dilma Rousseff, la caída de su popularidad, las denuncias de corrupción en la Petrobrás, etcétera, crearon el clima para que la oposición pudiera promover el proceso de impeachment, que todavía debe ser confirmado por el Senado.
Sin embargo, el gobierno del presidente provisorio Michel Temer desde luego pasó a actuar como definitivo y a desarrollar una política para atender a los intereses de Washington y Wall Street.
-Usted estudió con mucho detalle la relación entre los Estados Unidos y Brasil. ¿Hay indicios o pruebas de una participación de los Estados Unidos en el golpe de Michel Temer?
-Los indicios son muchos. Tanto el juez Sergio Moro, del Lava Jato, como el fiscal de la República Rodrigo Janot mantienen contacto con organismos de los Estados Unidos. El fiscal Janot estuvo allá en reuniones con el Departamento de Justicia, el FBI y funcionarios de la Securities and Exchange Comission (SEC) buscando datos sobre la Petrobrás.
Moro realizó cursos en el Departamento de Estado en 2007. En 2008 pasó un mes en un programa especial de entrenamiento en la Escuela de Derecho de Harvard, acompañado por su colega Gisele Lemk.
Y en octubre de 2009 participó de la conferencia regional sobre "Illicit Financial Crimes" promovida en Rio de Janeiro por la Embajada de los Estados Unidos. Pero no hay indicio más evidente de sus conexiones que el hecho de que Moro haya sido elegido como uno de los diez hombres más influyentes del mundo por la revista Time en 2015.
Además la Operación Lava-Jato tuvo y tiene como blanco las compañías como Petrobrás y como Odebrecht, que promueve la construcción del submarino nuclear con tecnología francesa - texto completo
Se prevé instalar una en Usuahia, en territorio argentino y otra en la Triple Frontera, donde se localiza uno de los reservorios de agua dulce más ricos del planeta como es el Acuífero Guaraní. Explicó cómo y por qué los Estados Unidos alentaron el golpe contra la mandataria brasileña Dilma Rousseff.
-¿Hay un patrón común que una la política desplegada por Macri y el golpe en Brasil?
-Sí. Hace mucho tiempo que los Estados Unidos buscaban un cambio de régimen en la Argentina y Brasil, dos países que en el 2005 frustraron la conformación del Área de Libre Comercio de las Américas. Procuraron hacerlo por vía electoral. Alcanzaron su objetivo en la Argentina con la victoria de Mauricio Macri. En Brasil no. Dilma Rousseff venció, aunque por pequeña diferencia de votos, el candidato neoliberal Aécio Neves.
Pero la crisis económica, la recesión agravada por los errores políticos de la presidenta Dilma Rousseff, la caída de su popularidad, las denuncias de corrupción en la Petrobrás, etcétera, crearon el clima para que la oposición pudiera promover el proceso de impeachment, que todavía debe ser confirmado por el Senado.
Sin embargo, el gobierno del presidente provisorio Michel Temer desde luego pasó a actuar como definitivo y a desarrollar una política para atender a los intereses de Washington y Wall Street.
-Usted estudió con mucho detalle la relación entre los Estados Unidos y Brasil. ¿Hay indicios o pruebas de una participación de los Estados Unidos en el golpe de Michel Temer?
-Los indicios son muchos. Tanto el juez Sergio Moro, del Lava Jato, como el fiscal de la República Rodrigo Janot mantienen contacto con organismos de los Estados Unidos. El fiscal Janot estuvo allá en reuniones con el Departamento de Justicia, el FBI y funcionarios de la Securities and Exchange Comission (SEC) buscando datos sobre la Petrobrás.
Moro realizó cursos en el Departamento de Estado en 2007. En 2008 pasó un mes en un programa especial de entrenamiento en la Escuela de Derecho de Harvard, acompañado por su colega Gisele Lemk.
Y en octubre de 2009 participó de la conferencia regional sobre "Illicit Financial Crimes" promovida en Rio de Janeiro por la Embajada de los Estados Unidos. Pero no hay indicio más evidente de sus conexiones que el hecho de que Moro haya sido elegido como uno de los diez hombres más influyentes del mundo por la revista Time en 2015.
Además la Operación Lava-Jato tuvo y tiene como blanco las compañías como Petrobrás y como Odebrecht, que promueve la construcción del submarino nuclear con tecnología francesa - texto completo