(...) El narco ha aportado un nuevo estereotipo latinoamericano de exportación, con toda el aura narrativa de la mafia y cierto heroísmo heredado del bandido anarcofilantrópico. ¿Qué te produce esta apelación a los villanos latinoamericanos?
–El bandido asesino, machista, despiadado, con los peores vicios aumentados de la vieja élite, es algo que puede ser idealizado desde afuera, desde donde ven América Latina como una anomalía donde la gente no aspira a placeres normales sino que siempre va detrás de caudillos políticos absurdos o fascinada por delincuentes más grotescos que sus gobernantes.
Yo no siento ninguna fascinación, sólo repugnancia y fastidio, por los narcos de reina de belleza, silicona, mansiones y sicarios… No nos estamos matando por religión, por el petróleo de al lado. América Latina es bastante libre (...) - texto completo
–El bandido asesino, machista, despiadado, con los peores vicios aumentados de la vieja élite, es algo que puede ser idealizado desde afuera, desde donde ven América Latina como una anomalía donde la gente no aspira a placeres normales sino que siempre va detrás de caudillos políticos absurdos o fascinada por delincuentes más grotescos que sus gobernantes.
Yo no siento ninguna fascinación, sólo repugnancia y fastidio, por los narcos de reina de belleza, silicona, mansiones y sicarios… No nos estamos matando por religión, por el petróleo de al lado. América Latina es bastante libre (...) - texto completo