por Ricardo Candia Cares - Una cosa es construir fuerza propia y otra muy distinta es construir un partido. Desde el punto de vista de la gente que ha hecho el mayor esfuerzo siempre, la fuerza existe, está en cada movilización, en cada expresión de descontento, en cada lucha que ha sido y será.
Hace falta que se dirija en el sentido correcto, utilizando el arma adecuada.
Lo que propone un grupo de movimientos y personas ligadas a la izquierda no es distinto a lo que se ha propuesto y hecho muchas veces. Y cuyos resultados han sido los mismos: derrotas tras derrotas.
Es cierto que hay condiciones nuevas que hacen del escenario un espacio que requiere una lectura que no permite yerros. Por lo menos, no de los mismos que se han venido perfeccionando en un cuarto de siglo de intentos estériles.
La izquierda ha desarrollado un profundo cariño por la derrota. A veces da la impresión que más bien es una tendencia al fracaso. Como se ha visto, de la derrota es posible salir e incluso, haciendo uso de una renovada resilencia, seguir en el combate e incluso ganar.
Salir del fracaso exige una energía que no se conoce hasta ahora.
Y en gran medida, el triunfo apabullándote del neoliberalismo ha sido por la incapacidad de la izquierda de entender el mundo en que vivimos y obrar en consecuencia. De esos intentos ha salido trasquilada - texto completo
Hace falta que se dirija en el sentido correcto, utilizando el arma adecuada.
Lo que propone un grupo de movimientos y personas ligadas a la izquierda no es distinto a lo que se ha propuesto y hecho muchas veces. Y cuyos resultados han sido los mismos: derrotas tras derrotas.
Es cierto que hay condiciones nuevas que hacen del escenario un espacio que requiere una lectura que no permite yerros. Por lo menos, no de los mismos que se han venido perfeccionando en un cuarto de siglo de intentos estériles.
La izquierda ha desarrollado un profundo cariño por la derrota. A veces da la impresión que más bien es una tendencia al fracaso. Como se ha visto, de la derrota es posible salir e incluso, haciendo uso de una renovada resilencia, seguir en el combate e incluso ganar.
Salir del fracaso exige una energía que no se conoce hasta ahora.
Y en gran medida, el triunfo apabullándote del neoliberalismo ha sido por la incapacidad de la izquierda de entender el mundo en que vivimos y obrar en consecuencia. De esos intentos ha salido trasquilada - texto completo