x Iñaki Urrestarazu - EU quiere evitar a toda costa el precedente que puede suponer para otros países una victoria de Siria sobre el imperialismo
Tras el fin de la tregua declarada por el Ejército sirio el 19 septiembre como consecuencia del incumplimiento masivo del acuerdo de Cese de Hostilidades por parte de los EU y sus mercenarios, las tensiones han ido creciendo de forma exponencial.
El Ejército sirio, Rusia y el resto de aliados, conscientes de la tomadura de pelo que había sido la tregua, reactivaron inmediatamente la lucha por el avance en Alepo y en otros frentes de Siria, incluyendo los bombardeos.
EU y sus aliados, por su parte, ante la impotencia que sentían frente a los avances en Alepo, han recurrido por un lado a un recrudecimiento aún mayor de las intoxicaciones mediáticas, en base a las supuestas masacres de civiles, y por otro a las amenazas, que se han convertido en planes concretos de intervención militar.
El tono de las intoxicaciones y mentiras ha llegado a extremos delirantes, hasta el punto de que la ONU ha dicho temer un genocidio como el de Srebrenica en Alepo o de que Francia diga que Alepo se ha convertido en la “Gernika” de Siria, o a que se diga que se han destrozado hospitales, que se han lanzado bombas de racimo, matado civiles y un sinfín de barbaridades y patrañas de este estilo. Pero la realidad es muy distinta.
El Gobierno sirio no ha prohibido el acceso de medicamentos ni alimentos al este de Alepo. Además existen abiertos cuatro corredores humanitarios para que la población civil pueda salir y alejarse de los conflictos, e incluso para que quienes combaten contra el Ejército sirio puedan entregar sus armas y acogerse a una amnistía.
Pero lo que sucede es que el terrorismo islámico fusila y bombardea a los civiles que tratan de salir de la zona de conflicto, impide que se alejen de las zonas donde se producen los conflictos –como les ha pedido el Gobierno sirio- manteniéndolos como auténticos rehenes frente a los ataques del Ejército y frente a los bombardeos.
Y son los terroristas mercenarios los que bombardean constantemente con sus obuses y misiles tanto los barrios residenciales del oeste, como los barrios del este en el que se encuentran, y sobre todo los barrios que han pasado a manos del Ejército sirio y sus aliados, a modo de venganza.
Son cientos de civiles los que han matado solo en los dos últimos meses, sin distingos entre ancianos, mujeres o niños. No es de extrañar que quienes han utilizado el terror y la barbarie de una forma masiva a lo largo de toda la contienda y en todas las partes de Siria, lo sigan haciendo en Alepo sin el más mínimo pudor.
Y lo que clama al cielo es que las potencias occidentales, como los EU en primer lugar, pero también Francia, Israel y Reino Unido entre otros, manchados con la sangre de cientos de miles y millones de personas asesinadas en sus múltiples invasiones, bombardeos indiscriminados y matanzas, directamente contra la población,
en Afganistán, en Irak, en Libia, en Yemen, Palestina, Líbano y en un larguísimo etcétera de países, y responsables directos de la guerra contra Siria, de la muerte de 350.000 ciudadanos sirios, del desplazamiento de 9 millones de personas y de 5 millones que malviven en condición de refugiados en diversos países, vayan reivindicando condiciones humanitarias.
Y máxime cuando son quienes venden las armas o financian su compra con muchos miles de millones de dólares anuales, a países como Arabia Saudita, Catar o Turquía, para que luego alimenten guerras sectarias y criminales a través de sus internacionales del terror, en la supuesta defensa de principios islámicos –como sucede en Yemen, en Siria, en Afganistán, Pakistán y buena parte de Africa del norte y central y tantos otros países-, pero en la defensa en última instancia de los intereses del imperialismo.
La otra respuesta del imperialismo norteamericano ante las acusaciones de su responsabilidad directa en la ruptura del Cese de Hostilidades, por la constante violación del mismo, por sus mentiras sobre los supuestos “rebeldes moderados” que no existen -cuando su apuesta real es el apoyo al ISIS y a Al Qaeda en todas sus variantes y franquicias, empezando por el Frente Al Nusra, para derrocar a Assad y romper y destruir Siria-,
y por sus bombardeos premeditados sobre el Ejército sirio en Der Ezzor y la organización del ataque posterior del ISIS en coordinación con ellos así como por la destrucción del convoy humanitario luego atribuido a rusos y sirios, han sido las amenazas.
Amenazas de ruptura de relaciones con Rusia si proseguían los avances del Ejército sirio y aliados en Alepo, luego convertidas en realidad, amenazas de más sanciones económicas a Rusia, amenazas de ataques terroristas sobre el Ejército ruso e incluso en territorio ruso –lo cual indica con evidencia cómo el terrorismo está al servicio y a las órdenes del imperialismo-,
y amenazas al principio difusas sobre otras fórmulas de apoyo a los mercenarios –más armas, más financiación, más soldados norteamericanos- hasta que finalmente han adoptado la gravísima y peligrosísima decisión de efectos incontrolables de poner en marcha un plan de lanzar misiles de crucero sobre Damasco y Latakia y bombardear al Ejército sirio.
Solicitaron para ello el apoyo de los 64 países miembros de la coalición anti-Daesh, aunque parece que los únicos que han prometido apoyo han sido Canadá, Francia, Holanda y el Reino Unido.
Este proyecto fue anunciado a los otros miembros de la OTAN, en el Consejo Atlántico del 27 de septiembre. El senador Mac Cain ha apoyado la idea en el Wall Street Journal.
Pero la cuestión y el problema con el que se ha enfrentado la prepotencia y la absoluta ceguera del imperialismo norteamericano es la contundente y decidida respuesta de Rusia ante tan brutal embestida, sin dejarse achantar por ellos, contrariamente a como posiblemente preveían que sucediera.
Así han sido desplegados en Siria nuevos misiles S-300 y S-400, para defender sus bases, Damasco y en realidad todo el espacio aéreo sirio, con capacidad de abatir aviones, misiles de crucero y cualquier objeto no identificado.
Asimismo Rusia ha incrementado su despliegue naval frente a la costa siria con varios buques de guerra lanzamisiles y el portaviones “Almirante Kuznetsov”. A ellos se añade la presencia de otro buque de guerra chino.
Por otra parte la Duma (Cámara Baja de Rusia) ha ratificado el acuerdo para una presencia aérea indefinida rusa en Siria y ha acordado suspender la cooperación con EU sobre investigaciones nucleares y energéticas debido a las “acciones hostiles de Washington hacia Rusia”, como también por la incapacidad de EU de cumplir con los compromisos asumidos sobre la destrucción del plutonio de uso militar excesivo.
Rusia ha suspendido la cooperación con Washington pero también ha anunciado la posibilidad de reanudarla con ciertas condiciones:
-Cancelación de todas las sanciones estadounidenses contra Rusia
-Pago de una indemnización por los daños sufridos por Rusia a causa de las sanciones y las contrasanciones [...] - texto completo
Tras el fin de la tregua declarada por el Ejército sirio el 19 septiembre como consecuencia del incumplimiento masivo del acuerdo de Cese de Hostilidades por parte de los EU y sus mercenarios, las tensiones han ido creciendo de forma exponencial.
El Ejército sirio, Rusia y el resto de aliados, conscientes de la tomadura de pelo que había sido la tregua, reactivaron inmediatamente la lucha por el avance en Alepo y en otros frentes de Siria, incluyendo los bombardeos.
EU y sus aliados, por su parte, ante la impotencia que sentían frente a los avances en Alepo, han recurrido por un lado a un recrudecimiento aún mayor de las intoxicaciones mediáticas, en base a las supuestas masacres de civiles, y por otro a las amenazas, que se han convertido en planes concretos de intervención militar.
El tono de las intoxicaciones y mentiras ha llegado a extremos delirantes, hasta el punto de que la ONU ha dicho temer un genocidio como el de Srebrenica en Alepo o de que Francia diga que Alepo se ha convertido en la “Gernika” de Siria, o a que se diga que se han destrozado hospitales, que se han lanzado bombas de racimo, matado civiles y un sinfín de barbaridades y patrañas de este estilo. Pero la realidad es muy distinta.
El Gobierno sirio no ha prohibido el acceso de medicamentos ni alimentos al este de Alepo. Además existen abiertos cuatro corredores humanitarios para que la población civil pueda salir y alejarse de los conflictos, e incluso para que quienes combaten contra el Ejército sirio puedan entregar sus armas y acogerse a una amnistía.
Pero lo que sucede es que el terrorismo islámico fusila y bombardea a los civiles que tratan de salir de la zona de conflicto, impide que se alejen de las zonas donde se producen los conflictos –como les ha pedido el Gobierno sirio- manteniéndolos como auténticos rehenes frente a los ataques del Ejército y frente a los bombardeos.
Y son los terroristas mercenarios los que bombardean constantemente con sus obuses y misiles tanto los barrios residenciales del oeste, como los barrios del este en el que se encuentran, y sobre todo los barrios que han pasado a manos del Ejército sirio y sus aliados, a modo de venganza.
Son cientos de civiles los que han matado solo en los dos últimos meses, sin distingos entre ancianos, mujeres o niños. No es de extrañar que quienes han utilizado el terror y la barbarie de una forma masiva a lo largo de toda la contienda y en todas las partes de Siria, lo sigan haciendo en Alepo sin el más mínimo pudor.
Y lo que clama al cielo es que las potencias occidentales, como los EU en primer lugar, pero también Francia, Israel y Reino Unido entre otros, manchados con la sangre de cientos de miles y millones de personas asesinadas en sus múltiples invasiones, bombardeos indiscriminados y matanzas, directamente contra la población,
en Afganistán, en Irak, en Libia, en Yemen, Palestina, Líbano y en un larguísimo etcétera de países, y responsables directos de la guerra contra Siria, de la muerte de 350.000 ciudadanos sirios, del desplazamiento de 9 millones de personas y de 5 millones que malviven en condición de refugiados en diversos países, vayan reivindicando condiciones humanitarias.
Y máxime cuando son quienes venden las armas o financian su compra con muchos miles de millones de dólares anuales, a países como Arabia Saudita, Catar o Turquía, para que luego alimenten guerras sectarias y criminales a través de sus internacionales del terror, en la supuesta defensa de principios islámicos –como sucede en Yemen, en Siria, en Afganistán, Pakistán y buena parte de Africa del norte y central y tantos otros países-, pero en la defensa en última instancia de los intereses del imperialismo.
La otra respuesta del imperialismo norteamericano ante las acusaciones de su responsabilidad directa en la ruptura del Cese de Hostilidades, por la constante violación del mismo, por sus mentiras sobre los supuestos “rebeldes moderados” que no existen -cuando su apuesta real es el apoyo al ISIS y a Al Qaeda en todas sus variantes y franquicias, empezando por el Frente Al Nusra, para derrocar a Assad y romper y destruir Siria-,
y por sus bombardeos premeditados sobre el Ejército sirio en Der Ezzor y la organización del ataque posterior del ISIS en coordinación con ellos así como por la destrucción del convoy humanitario luego atribuido a rusos y sirios, han sido las amenazas.
Amenazas de ruptura de relaciones con Rusia si proseguían los avances del Ejército sirio y aliados en Alepo, luego convertidas en realidad, amenazas de más sanciones económicas a Rusia, amenazas de ataques terroristas sobre el Ejército ruso e incluso en territorio ruso –lo cual indica con evidencia cómo el terrorismo está al servicio y a las órdenes del imperialismo-,
y amenazas al principio difusas sobre otras fórmulas de apoyo a los mercenarios –más armas, más financiación, más soldados norteamericanos- hasta que finalmente han adoptado la gravísima y peligrosísima decisión de efectos incontrolables de poner en marcha un plan de lanzar misiles de crucero sobre Damasco y Latakia y bombardear al Ejército sirio.
Solicitaron para ello el apoyo de los 64 países miembros de la coalición anti-Daesh, aunque parece que los únicos que han prometido apoyo han sido Canadá, Francia, Holanda y el Reino Unido.
Este proyecto fue anunciado a los otros miembros de la OTAN, en el Consejo Atlántico del 27 de septiembre. El senador Mac Cain ha apoyado la idea en el Wall Street Journal.
Pero la cuestión y el problema con el que se ha enfrentado la prepotencia y la absoluta ceguera del imperialismo norteamericano es la contundente y decidida respuesta de Rusia ante tan brutal embestida, sin dejarse achantar por ellos, contrariamente a como posiblemente preveían que sucediera.
Así han sido desplegados en Siria nuevos misiles S-300 y S-400, para defender sus bases, Damasco y en realidad todo el espacio aéreo sirio, con capacidad de abatir aviones, misiles de crucero y cualquier objeto no identificado.
Asimismo Rusia ha incrementado su despliegue naval frente a la costa siria con varios buques de guerra lanzamisiles y el portaviones “Almirante Kuznetsov”. A ellos se añade la presencia de otro buque de guerra chino.
Por otra parte la Duma (Cámara Baja de Rusia) ha ratificado el acuerdo para una presencia aérea indefinida rusa en Siria y ha acordado suspender la cooperación con EU sobre investigaciones nucleares y energéticas debido a las “acciones hostiles de Washington hacia Rusia”, como también por la incapacidad de EU de cumplir con los compromisos asumidos sobre la destrucción del plutonio de uso militar excesivo.
Rusia ha suspendido la cooperación con Washington pero también ha anunciado la posibilidad de reanudarla con ciertas condiciones:
-Cancelación de todas las sanciones estadounidenses contra Rusia
-Pago de una indemnización por los daños sufridos por Rusia a causa de las sanciones y las contrasanciones [...] - texto completo