[bayano digital] - Casi a diario, se registra en Panamá alguna protesta en la que una
comunidad rural o semi urbana cierra vías y despliega pancartas para
llamar la atención del gobierno sobre la falta de recursos que
satisfagan sus necesidades diarias del vital líquido.
Más a allá de las
dificultades técnicas para atender las demandas y garantizar el
suministro, ello revela un problema de desigualdad social.
El agua es cada vez más un producto de mercado, que un recurso
destinado a garantizar la salud de la población panameña, y es llamativo
el hecho de que los candidatos presidenciales hayan eludido el tema en
los debates con miras a los comicios generales del 5 de mayo.
Simplemente, quienes carecen de agua, no figuran en las agendas de los
líderes de partidos políticos tradicionales.
Las mayores inversiones en acueductos y sistemas de riego agrario
fueron realizadas en el gobierno del desaparecido general Omar Torrijos,
pero, tras su asesinato, ese proyecto social para multiplicar el
suministro del vital fue sustituido por un modelo elitista, que reservó
cuencas hidrográficas para la explotación de grupos económicos que
usurpan las fuentes de riqueza de este país. - tomado de bayanodigital.com - Leer texto completo