[Sputnik] - Cada vez las
voces que dicen que EEUU podría imponer sanciones a China, suenan más
alto.
Sin embargo, Washington experimenta dificultades a la hora de
formar una coalición internacional antichina para poder desarrollar este
escenario, opina el docente ruso de la universidad MGIMO, Iván
Timofeev.
Donald
Trump intenta de manera persistente equilibrar la balanza comercial con
China aumentando los aranceles a las importaciones procedentes del país
asiático.
Timofeev destaca en su artículo para el periódico RBC
que el presidente estadounidense busca llegar a un gran acuerdo con
Pekín que le permita "determinar las nuevas reglas del juego".
El experto considera que muchos observadores mezclan dos términos:
sanciones y guerras comerciales. A su juicio, son cosas muy distintas.
Las guerras comerciales buscan aumentar la competitividad de los
negocios, es decir, persiguen objetivos económicos.
Las sanciones son
instrumentos de poder y presión que tienen como objetivo obligar a un
país a cambiar su política interior y exterior.
"En comparación con las guerras comerciales, las sanciones son más
inertes y tóxicas para los negocios, destructivas para las relaciones
bilaterales", explica el experto. [::] - Leer informe completo