[EFE] - «¡No queremos ser milicos!» fue el
pedido más escuchado durante la última semana en las oficinas que
convocan a los jóvenes elegidos por sorteo para ser reclutados por el
servicio militar, obligatorio en Chile, y que cientos de ellos tratan de
eludir.
Los cantones de reclutamiento vivieron
el caos en los últimos días, tanto de organización como administrativo,
con cientos de adolescentes, barbilampiños y acompañados por sus madres,
agolpados durante horas en largas filas para solicitar su exención y no
verse obligados a hacer la mili, lo que hizo que las autoridades
ampliasen por un mes el plazo.
Mientras las botas militares patrullaban
las calles de diversas ciudades de Chile durante los estados de
emergencia decretados durante el inicio del estallido social en Chile,
las Fuerzas Armadas publicaron el listado de no voluntarios llamados a
las fases previas del acuartelamiento - tomado de elcomunista.net - Leer texto completo