[RBTH / elcomunista.net] - Si hubieran sido asesinados en Teherán
en 1943, la historia y el destino del mundo entero habrían seguido un
curso muy diferente.
A mediados de 1943, la victoria en la
guerra se inclinaba a favor de la coalición anti-Hitler. Los alemanes
habían sufrido derrotas aplastantes en Stalingrado y Kursk, y los
japoneses habían sido derrotados en las batallas de Midway y
Guadalcanal. Las potencias del Eje sabían que estaban perdiendo fuelle.
Incapaces de revertir la grave
situación, los nazis optaron por una estrategia diferente: decapitar a
sus tres principales oponentes de un solo golpe. Se tomó la decisión de
eliminar de un plumazo a los líderes de la URSS, el Reino Unido y
Estados Unidos.
La inteligencia alemana en Irán - Leer texto + fotos